La Erredecé, así le llamaríamos en una semana, si nos atenemos a nuestra fascinación por las siglas. Waldo Acebo Meireles comenta hoy en Cubaencuentro una idea del periodista estadounidense Patrick Symmes: “Entregarle la Base Naval de Guantánamo a los cubanos del exilio”.
Crear un minúsculo país, próspero y soberano, en un rincón de la Isla en ruinas y sometida. Según Acebo Meireles, Symmes propone retirar las tropas y abrir una zona de libre comercio, sin impuestos, a la que todos los cubanos tengan acceso. Ese oasis fiscal favorecería que algunos empresarios cubanos del exilio “construyan viviendas, abran negocios y pequeñas industrias, empleen a cubanos de la Isla y, quizás, establezcan instituciones políticas”.
Más allá de si la idea es disparatada, ingenua o lo que sea, prefiero imaginarme la discusión entre los intelectuales más patrioteros de si el himno nacional de esa porción de tierra debería ser “La Bayamesa” o “La Guantanamera”. Con toda seguridad ellos preferirán discutir si la bandera debe tener una o dos estrellas, cualquier bobería lo más alejada posible de las verdaderas prioridades de la minúscula nación.
La Erredecé, así le llamaremos en una semana, aunque en la vida real nunca exista.
Crear un minúsculo país, próspero y soberano, en un rincón de la Isla en ruinas y sometida. Según Acebo Meireles, Symmes propone retirar las tropas y abrir una zona de libre comercio, sin impuestos, a la que todos los cubanos tengan acceso. Ese oasis fiscal favorecería que algunos empresarios cubanos del exilio “construyan viviendas, abran negocios y pequeñas industrias, empleen a cubanos de la Isla y, quizás, establezcan instituciones políticas”.
Más allá de si la idea es disparatada, ingenua o lo que sea, prefiero imaginarme la discusión entre los intelectuales más patrioteros de si el himno nacional de esa porción de tierra debería ser “La Bayamesa” o “La Guantanamera”. Con toda seguridad ellos preferirán discutir si la bandera debe tener una o dos estrellas, cualquier bobería lo más alejada posible de las verdaderas prioridades de la minúscula nación.
La Erredecé, así le llamaremos en una semana, aunque en la vida real nunca exista.
3 comentarios:
Repito aquí lo que ya escribí en Facebook:
"Curiosa la idea, aunque la veo bastante inviable.Empezando, desmilitizar esa zona(quitar las minas terrestres y en el mar) resultará tan caro que ni la más próspera Andorra caribeña podría amortizar los gastos en pocos años. Segundo, la Base Naval existe de acuerdo a un tratado bilateral entre USA y la República de Cuba. Por tanto, Washington está obligado a entregarselo al gobierno de La Habana, es decir, a Raúl Castro. Entregar la base a los cubanos de la Florida(además de ilegal) crearía una especie de paraíso fiscal de imprevisibles consecuencias, además de que aumentarían las tensiones entre los cubanos pobres y los cubanos ricos.
En tres palabras:no me gusta."
Bueno, Camilo, me rompía la cabeza buscando la excusa que buscarían los castro para meterle mano a la base, y ese que anotas está mandado a hacer. Quizás, ni el periodista sea un iluso, ni un cretino, sino un agende del G2 preparando la guerra de todo el pueblo para pulverizar la base y con eso no dejarle otra salida a Obama que retirarle todas las medidas de afloje a los cubanos de la isla. Un abrazo, y como siempre, ojalá que me equivoque.
una idea demasiado buena para ser cierta, es una pena, pero no cuesta nada echar a volar un poco de nuestros anhelos y de cierta forma parparlos en un post, saborearlos diria yo.
Publicar un comentario