18 abril 2009

Rudimentario

Si a mí se me ocurriera al menos una de aquellas cosas
que decía Winston cuando se escondía del mundo
y se empinaba una botella de Black Label.
Si tuviera el valor de decir una frase osada,
algo así como la que dijo Neil cuando se elevó
y le puso una bota en la cara a la Luna.

Si yo tuviera el ingenio de aquel poeta
que se pudrió en una ciudad donde nada se podría.
Si yo fuera lúcido y mordaz,
como aquel muchacho que se abría paso
en el verano de La Habana,
ataviado con un paraguas que se robó
de la foto de un viejo lúcido y mordaz.

Si yo fuera capaz de entonar algo,
de hacer lo que hace Andrés
cuando se lanza de cabeza
contra el sentido de la corriente.
Si yo fuera cualquier individuo
que no sea el guajiro que soy,
ahora te diría todo lo que quiero decir
de un modo menos rudimentario.

2 comentarios:

Santiago dijo...

Querido poeta: mira, como casi no hablamos en Cuba, pues aprovecho y te confieso que cuando te descubrí, sentí una mezcla de celos y envidia. Por alguna razón, traumas de chama seguro, te veía tan aceptado por mis amigos, que si lo pienso, pues llego a la conclusión que decidí, como que evitarte. Además, hablabas de tu pueblo como, quizá, yo quería hablar del mío. En fin, sería el momento de conocernos de verdad y darnos el abrazo que no hemos podido.

Omar Mederos dijo...

Nada de eso que dices en rudimentario mi querido camilo. Son muy buenos tus dichos que siempre leo con mucho agrado. Un abrazo.