29 agosto 2008

¿Sólo hay que temerle a Papito Serguera?

Al parecer los que se fueron a la “guerra de los emails” por la reaparición de Papito Serguera, sólo le temen a ese fantasma de antaño. Ninguno de los que participó en aquel escandalito in vitro ha dicho ni esta boca es mía desde entonces. En Cuba han pasado muchísimas cosas más graves, pero nada los ha movilizado, nada ha merecido que pidan otra vez la palabra. Justo en el momento en que su país más los necesita, es que más timoratos se han comportado.
Lo único que los perturba es el pasado. Sus problemáticas siguen circunscritas a la colonia, a la República y, como mucho, a ese caso cerrado y maquillado con el eufemístico nombre de Quinquenio Gris. Pero del presente, ni siquiera los oprobios más evidentes les importan. Anoche los esbirros de la Seguridad del Estado patearon a unos pocos jóvenes en un concierto que al final Pablo Milanés definió como maravilloso. Pablo y todos los que cantaron junto a él, habían recibido una carta abierta donde se les pedía que exigieran la libertad de Gorki Águila.
Ninguno lo hizo, ni siquiera cuando presenciaron desde lo alto la golpiza. Recuerdo al menos dos canciones de Pablo dedicadas a presos de conciencia. Una con letra de Mario Benedetti y otra inspirada en la vida de Nelson Mandela. Al parecer los presos de las dictaduras de derecha le inspiran más que los presos de las dictaduras de izquierda. Todo indica que los presidarios extranjeros lo conmueven más que los compatriotas en presidio.
Algo semejante le pasa a los que reaccionaron en cuanto Papito Serguera sacó la cabeza por la televisión. Que la Isla también parezca un enfermo terminal, no es parte de sus preocupaciones. Ellos se conforman con el Permiso de Salidas Múltiples que les acuñan en la UNEAC y con las miserables prebendas que puedan recibir a través de esa institución. Por eso es que sólo le temen a Papito Serguera, para ellos él es el único enemigo a la vista.

4 comentarios:

Chantal Plata dijo...

Temía que pasara esto... Creo que todos sabíamos que algo así pasaría.
Muy bueno tu blog,
Saludos.

Anónimo dijo...

Camilo , soy de Camarones, leo todos tus artículos, conozco a tu amigo "El Chiqui", estamos muy relacionados aquí, le comenté de tus escritos te manda saludos, me identifico mucho con lo que escribes, tambien siento pasión por los trenes, crecí en ese ambiente, políticamente, tambien somos iguales, llegué a USA en el 98. como refugiado político, Estuve preso en Cuba por publicar y distribuir la Declaracion de los derechos Humanos. Un saludo de uno que se considera tu amigo aunque no te conozco, o quizas sí, tu cara me es muy familiar, y estoy seguro que en alguna opotunidad te vi, desearía mucho leer tus libros escritos, si puedes dime como podría conseguirlos. un saludo.

Anónimo dijo...

No esperaba menos de ti. Te quiero más, si humanamente es posible.

Anónimo dijo...

Bravo, Camilo. Admito que cuando los dos vivíamos en La Habana me caías muy mal. Por un momento creí que eras un oportunista emergente, como tus colegas de La Gaceta. Creo que en un aniversario de Casa dijiste unas palabras y le dije a los que estaban a mi alrededor que era una pena que un tipo tan inteligente se prestara para ese circo. Hoy te pido disculpas por aquello y te felicito por tus cojones. Aunque estés fuera de Cuba se necesitan cojones para decir lo que dices.