
En el acto central en conmemoración del aniversario 55 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, Raúl sólo tuvo espacio para advertir que la cosa se podrá aún más mala: “Hay que acostumbrarse no sólo a recibir buenas noticias”, dijo en serio una frase que a la mayoría de los cubanos le debe parecer un chiste.
Una fuente de Mauricio Vicent en La Habana, “un veterano analista”, definió los cuarentipico minutos de alocución de la manera más precisa posible: “fue el discurso más fidelista de la era Raúl”. Lo siento por los que se entusiasmaron con aquellas promesas de cambios estructurales y de concepto. Ojalá esta vez aprendan la lección. Allí, hoy como ayer, no se podrá mover un dedo mientras el dinosaurio siga ahí.