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Las excentricidades de Sandro Castro, nieto del dictador Fidel Castro, han logrado más seguidores que las publicaciones de Miguel Díaz Canel, quien nominalmente aparece como líder del país. |
Daniel Lozano, periodista del diario español El Mundo, me hizo estas dos preguntas para un reportaje suyo sobre los nietos de los que han estado al frente de la dictadura cubana, justo esos que promovían el nacimiento de un hombre nuevo que fuera capaz de construir una sociedad superior.
Sin embargo, cada vez llama más la atención que sus propios hijos acabaran pariendo individuos que niegan, uno por uno, todos los principios que ellos le impusieron a los cubanos.
Cuba languidece por todos lados, pero los nietos de la elite castrista se pasean por las redes sin ningún pudor. ¿Son incontrolables para el poder revolucionario pese a las muchas críticas? ¿Quiénes son las principales caras de esta dolce vita más allá de los tres más famosos (Sandro, el Cangrejo, Anido…)? ¿No es una temeridad y más con el verano de apagones y protestas que se presenta?
No es que sean incontrolables, es que esa terrible maquinaria de la represión que mantiene a once millones de cubanos maniatados no se atreve a tocarlos, porque fue concebida para protegerlos. Pero para mí lo más importante de individuos como Sandro, el Cangrejo o Anido es que ellos son el hombre nuevo que parieron las más altas instancias de la revolución.
En Cuba se fusiló, se envió a campos de concentración y se condenó a la muerte civil a cientos de miles de personas para que dentro de la revolución no tuvieran cabida individuos como Sandro, el Cangrejo o Anido. Que Fidel Castro tuviera un nieto como Sandro y Raúl uno como el Cangrejo, es probablemente el mayor símbolo del fracaso de los ideales de la revolución cubana.
No es que ellos sean temerarios, es que se saben impunes y, como están totalmente desconectados de la realidad que viven los cubanos, porque ni les ha tocado vivirla ni han estado en contacto con ella jamás, no miden las consecuencias de sus actos.
Durante el fidelismo en Cuba mandaba el que estaba al frente del país nominalmente. Fidel fue un dictador, sin dudas, pero las instituciones existían. Ahora no, hay un títere de los militares fungiendo como gobernante y las instituciones son cascarones vacíos. Ya no se finge. Sandro, el Cangrejo o Anido tampoco lo hacen.
¿Cuáles serían entonces los otros nietos del sistema que también se pegan la vida padre?
En Cuba lo único que está vivo hoy son los negocios de los militares, lo demás es ruina y pasado perfecto. Los nietos de esos militares que controlan el poder, los órganos represivos y los negocios, viven en un gueto próspero, no conocen ni una sola de las carencias que tienen que superar cada día esa masa empobrecida en que se ha convertido la sociedad cubana…
A menos que tengan que atravesar en algún momento a La Habana oscura, solo así se enfrentan a la realidad. Los otros nietos, los de aquellos que se creyeron al pie de la letra cada consigna y renunciaron a todo por tal de construir el socialismo y “una sociedad más justa”, son zombies sin futuro.
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