Esta
enorme tatagua vivió con nosotros tres días. Quien advirtió su presencia fue
Dino. Empezó a ladrarle a una de las esquinas del comedor y no descansó hasta
que yo levanté la vista y la vi. Parece que aprovechó la madrugada para marcharse.
Nunca
le dije que el campamento de pioneros al que me llevaban en mi infancia tenía
su nombre. Estaba en la costa, junto a una caleta. El aire allí siempre olía a
verano, como Santo Domingo ahora.
Una
vez mi padre me acompañó. Recuerdo que consiguió un bote y remamos hasta la
desembocadura de un río. A lo lejos, en las bocinas del campamento, se oía una machacona
canción sobre un niño vietnamita.
Donde
quiera que esté, le doy las gracias por todos los recuerdos que me dejó ahí, en
lo alto, en una esquina del comedor.
2 comentarios:
Que será de la Tatagua, o del Campamento de Pioneros Ismaelillo?
Es verdad que habrá sido de ese lugar tan grande !!
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