18 diciembre 2014

Mis apuntes sobre el 17 de diciembre de 2014

Una periodista del Hoy me acaba de llamar para preguntarme mi opinión sobre los hechos que ocurrieron ayer. El 17 de diciembre de 2014 murió Aldo Yero Mosteiro, mi más querido tío, siempre recordaré ese día por eso. Los gestos de buena voluntad y el intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Cuba, no logran sacarme de mi pesar.
Sobre todo, porque creo que lo que acontecido (que algunos optimistas comparan con la caída del Muro de Berlín) no tendrá ningún impacto en la ignominiosa vida cotidiana de los cubanos. Quizás el único cambio sustancial es que los sacos de arroz importado (el país es incapaz de producirlos) que ahora dice ‘Made in China’, en el futuro inmediato empiecen a decir “Made in USA’.
En 1959, triunfó en Cuba una revolución nacionalista que proclamaba la independencia de la nación y juraba defenderla hasta vencer o morir. En el campo de las consignas esa promesa dura hasta hoy; pero en la práctica se esfumó apenas unos meses después, cuando la isla se convirtió en un satélite de la Unión Soviética.
Tras el fin de la Guerra Fría y la desintegración del estado fundado por Lenin, Fidel se las ingenió para que Venezuela asumiera la manutención de su arruinada economía. Como la revolución bolivariana ahora es también inviable y ante la ausencia de un nuevo filántropo en el horizonte, la dictadura salió a buscar un socio comercial.
En su comparecencia oficial, Raúl Castro admite que entre su régimen y Estados Unidos hay “profundas diferencias, fundamentalmente en materia de soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior”. Ese párrafo confirma que los cubanos seguirán sin ser consultados en el futuro.
Según la nueva Ley de Inversión, cualquiera puede invertir en la Isla… cualquiera que no haya nacido en ella. Los acuerdos de ayer mantienen eso invariable. Ahora hasta los archienemigos de Norteamérica tienen más derechos y oportunidades en Cuba que los propios cubanos. Ayer hubo buenas noticias para los empresarios de Estados Unidos y para los dinosaurios que controlan la economía del régimen.
A los cubanos, como a mí, nada de eso nos librará del gran pesar que nos aqueja. 

8 comentarios:

Pedro Silva dijo...

Lo mejor que he podido leer sobre el tema.

Lilo Vilaplana dijo...

Acertado como siempre Camilo. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Y agrego los Castro sembraron el odio al imperialismo yanqui, ahora necesitan del dinero del imperio para salvar su dictadura, porque el pueblo jamás le ha importado a los tiranos. El cambio en Cuba es con elecciones libres. Sin los Castro que convirtieron nuestra patria en su finca.

Anónimo dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO.

Freddy Ginebra dijo...

Camilo querido lamemto mucho la muerte de tu tio. Va mi abrazo mas apretado en este momento de dolor y mi cariño incondicional de siempre.

Thelma Castán dijo...

De todo corazón deseo que esta vez te equivoques y que esta apertura tenga un significado mayor que el económico. No me cabe duda que para las empresas norteamericanas se ha abierto un gran mercado, ojalá no se quede ahí.

Anónimo dijo...

Excelente como siempre Camilo...."el cuartico sigue igual". Orlando

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo! Tirame pal mismo saco. Tambien el de tu dolor por tu tío!. Gracias por estar ahí siempre, compay! R. Ch.

Margarita Garcia Alonso dijo...

Muy de acuerdo,, Camilo