La
cultura dominicana suele ser subestimada por muchos, lo mismo desde fuera que
desde dentro. La mayoría se queda en la epidermis, simplificando en extremo una
idiosincrasia cuyo mayor valor es justamente su diversidad y riqueza.
Dos
artistas cubanos que han residido en República Dominicana, el pintor José Bedia
y la coreógrafa Marianela Boán, levantaron la piel de eso que llamamos
dominicanidad y miraron como pocos lo que de verdad tiene esa identidad por
dentro.
En
su exposición Historias de un país
gentil, que se exhibió en la galería Lyle O. Reitzel, José Bedia acabó
ofreciendo un profundo trabajo de antropología urbana. En el paisaje del “paraíso
caribeño”, que el artista reconoce como su segundo hogar, se hicieron visibles
los personajes y las tragedias que nadie quería ver.
“Santo
Domingo, en su aparente y paradisiaca ingenuidad tropical, ofrece contornos más
imprecisos que se resisten a una definición simple. Es quizás esa maña
occidental de brindar un producto final descafeinado que nos deja satisfechos y
que intenta determinarnos superficialmente y siempre desde lejos”, asegura el
pintor.
Mientras
José Bedia aborda la mendicidad, la prostitución, los inmigrantes, la
delincuencia y el “nefasto tigueraje”; Marianela Boán en su más
reciente obra, Caribe Deluxe,
revindica la bachata como el sonido que mejor acompaña a los cuerpos que se
mueven en esta media isla.
Boán,
como Bedia, no cae en la trampa de los lugares comunes ni los estereotipos, sino
que va a la esencia, busca lo que define y reafirma. Aunque su obra parte de ese
producto en el que muchos prefieren convertir al país, acaba abordando eso de
lo que nunca hablaría ninguna guía para turistas.
Lo
que estos dos maestros cubanos han hecho con la dominicanidad, acabará
convirtiéndose en un camino que otros seguirán transitando. Al final las obras
dominicanas de José Bedia y Marianela Boán serán reconocidas como la de dos
exploradores, tan importantes para el país como Erik Leonard Ekman.
Por el científico sueco conocemos muchas especies de plantas dominicanas; por
los artistas cubanos podemos ver lo que se quería encubrir, la esencia que
se prefería marginar.
3 comentarios:
Me gustó mucho. Gracias por compartir.
Saludos
Siempre he admirado tu visión cultural. Te mando un abrazo.
Lindo... Siempre he admirado tu amplia visión cultural. Abrazos.
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