Desde niño me vi forzado a celebrar aniversarios ajenos.
Natalicios, desapariciones, caídas en combate, desembarcos, batallas, victorias, derrotas… Demasiadas fechas se vitoreaban en mi país sin
esperar ni siquiera por los años redondos.
De un tiempo a esta parte he empezado a celebrar aniversarios
propios. Me ocurre a menudo con sucesos que cambiaron mi vida (o las de todo el
mundo) y que han cumplido muchísimos años a una velocidad que me produce
vértigo. No hablo de hechos históricos, me refiero a cosas más esenciales aún.
El día que descubrí en una vidriera el DVD por los 20 años de ET me quedé paralizado. No podía ser que
aquella fría noche del cine Justo, en el Paradero de Camarones, anduviera ya
tan lejos. Algo parecido me sucedió con La
guerra de las galaxias. ¿Cómo es que esas obras siguen intactas mientras yo
envejezco tanto?, me he preguntado muchas veces.
Desde hace unos días un disco que suena sin parar en mi iTunes. Es
el concierto donde Fito Páez celebra el XX aniversario de El amor después del amor. Recuerdo claramente el día que una
grabación pirata del álbum original cayó en mis manos. Mi hija estaba por nacer
y La Habana comenzaba a derrumbarse.
Oyendo esas canciones armé su cuna, pinté su cuarto y la dormí en mi
pecho por primera vez. Pronto Ana
Rosario también cumplirá 20 años. Justo ayer, mientras yo oía el disco con unos
audífonos, ella entró a mi habitación y se acostó a mi lado. Puso su cabeza en
mi hombro y se hizo la dormida.
El amor después del amor tal vez se parezca a eso. Ya nadie puede
forzarme a contar aniversarios ajenos, pero los míos los celebro por todo lo
alto. Tipos como Fito me han enseñado a que no se puede vivir sin ellos.
3 comentarios:
Que liiindo!! Pero hay que reconocer que en este post puse un granito de arena.
Camilo y Diana se han convertido en dos personajes de Camilo Venegas, los disfruto en la distancia.
ESTO ME HA DADO UNA NOSTALGIA PERVERSITA CAMILIN.
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