La ópera prima del cineasta cubano Eduardo del Llano ha sido
rechazada por la Comisión de Selección del Festival de Nuevo Cine
Latinoamericano de La Habana. Con el título “Cuando solo se tiene el arte para
sobrevivir”, Del Llano reproduce en su blog una carta abierta que envió a los
organizadores del certamen.
“Sólo dos razones explicarían semejante proceder. Una, algún
tipo de suspicacia política. No tanto con la película –se desarrolla en
Florencia en 1476- como con el realizador. Ese criterio resulta patético a
estas alturas, y no voy a honrarlo con una discusión, mucho menos a explicar
aquí mi pensamiento, mucho más de izquierda que el de cualquier censor”, dice
el también guionista.
En el mismo post, a renglón seguido, se incluye la respuesta
del organismo que dirige Alfredo Guevara. Es casi seguro que el documento no
esté redactado por el anciano dirigente, pero posee todos los eufemismos y el jabonoso
proceder del individuo, quien siempre ha llevado un saco suelto sobre la
espalda sin que se le haya caído ni una sola vez.
“El Festival se propone reconocer y difundir las obras
cinematográficas que contribuyan, a partir de su significación y de sus valores
artísticos, al enriquecimiento y reafirmación de la identidad cultural
latinoamericana y caribeña. La decisión de que tu filme Vinci no haya sido seleccionado para competir en el Festival, no
obedece a valoraciones artísticas ni de otra índole, sólo temáticas”, respondió
la Comisión de Selección.
Ante la rotunda negativa de que su película compitiera en el
Festival, Eduardo del Llano decidió retirarla de la sección Panorama
Latinoamericano, donde había sido relegada. Falta ver ahora el filme para
enterarnos de las verdaderas razones por las que se decidió excluirlo. Mientras
tanto, me asalta una duda. ¿Cuáles fueron las excusas para incluir Kangamba en el Festival de 2008?
La trama de esa película de Rogelio París se desarrolla en
Angola, del otro lado del océano Atlántico. Me costó trabajo, pero la vi hasta
el final. Gracias a eso puedo asegurar que no tiene el más mínimo vínculo con
la identidad cultural latinoamericana y caribeña. ¿Por qué a una guerra en
África le dicen que sí y a un conflicto en Florencia, no?
Le pregunto eso a la Comisión, aunque jamás se dignen en
responder.
1 comentario:
GENIAL NOTA. (TU AMIGO DEL ALMA: SALVADOR LEMIS)
Las respuestas a todas nuestras dudas habrían que preguntarlas a Josef Stalin, pero por suerte está muerto.
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Pero creo que algunas respuestas doy en mi obra LA CEBRA, recién publicada en TABLAS. Busca la versión digital en TABLAS ALARCOS.
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