A falta de un lugar que se parezca a mí,
he decidido regresar a uno de esos puntos
donde cada día simula
la forma inerme del pasado.
Una tarde de frío,
una pared alta y sin color,
el sonido de cualquier tren por llegar,
las cosas que por más que uno quiera no van a ocurrir
y la convicción de que ciertas palabras quedarán intactas.
Eso, sin más, son mis muebles.
7 comentarios:
¿y ese pueblo se llama así, es en cuba? wao que chulo.
Lo único que faltaba, una estación de ferrocarril con tu apellido. No si cuando yo lo digo...
Hermoso, poeta, no deberías estar tirando poemas al aire, si los armas todos son un lindo libro.
Te envido esos textos.
Dos joyitas, una detrás de la otra. Camilito escribes...
Muy bello poema, preciso y abarcador. Ojalá tu tren pase por Sentado con unos cuantos poemas, una foto de la portada de Irlanda está después del puente, para publicarlo. Un abrazo
Qué lindo....
Ah, las palabras que quedarán intactas son:
MENTIRA/VELDÁ.
Firma: El Pionerito del ISA:
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