
En estos días el cielo de Santo Domingo ha permanecido nublado y, no sabría decir por qué, me he hecho acompañar de El concierto subacuático. A veces solo lo oigo, a veces lo oigo y lo veo. Sucedió el 23 de octubre de 2009, justo el día en que Charly cumplía 58 años. Le acompañaban Say No More (su banda), Hilda Lizarazu y Luis Alberto Spinetta.
El autor de “Cerca de la revolución” regresaba después de meses de internamientos y ausencias. Desde su blog, Andrés Calamaro le había deseado una “noche primaveral”, pero dos o tres canciones después de haber comenzado la función en el estadio Vélez, se desató un feroz aguacero. “Say No More es impermeable”, advirtió Charly y a partir de ahí no paró de tocar.
De espaldas, con poncho y de cara al agua, se parece a Mercedes Sosa, una de sus creyentes más fieles. 21 canciones después, cuando de verdad se despide, uno agradece que Charly haya vuelto, que pudiera sobrevivir semejante naufragio. “Nos vemos en la próxima tormenta, chau, gracias, vayan a la casa que se van a resfriar…”, dijo antes de hacer mutis.