Este hombre sencillo está en prisión por haber gritado, en un rapto de ebriedad, que en Cuba había hambre. El gobierno de Raúl Castro, en uno abuso de poder, lo envió a la reja con la misma facilidad que el Tremendo Juez encerraba a José Candelario Tres Patines.
Pánfilo se ha convertido en un símbolo de la Cuba sometida y marginal que le toca vivir a la inmensa mayoría de mis compatriotas. Miles de cubanos en todas partes del mundo se han sumado a una campaña internacional que reclama su excarcelación.
Mientras tanto, sería bueno que el primero que escuche las súplicas de Pánfilo por allá arriba, empiece a canalizar lo que nosotros acá abajo no hemos podido: la liberación inmediata e incondicional de un inocente cuyo único delito es haber gritado en la vía pública que tenía el estómago vacío.
3 comentarios:
Esa cartica llena de errores ortográficos es una página inolvidable contra el horror castrista.
Libertad para Páfilo y jama para los cubanos!!!!!!!
Presumiblemente la página en la que está la carta está intervenida y no quirurgicamente, porque cuando pincho el vínculo para entrar me saca de Internet. Sería bueno si tienes otro medio de divulgar la carta. Un saludo.
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