Entre los blogs hay dos que jamás me pierdo: Cambios en Cuba y La isla desconocida (sí, ya sé, sus títulos son más hipócritas aún que sus administradores, pero todo tiene su explicación). Tanto el primero como el segundo son bocinas tan oficialistas como El Granma, sólo que ellos publican lo que el órgano oficial del Comité Central de Partido Comunista de Cuba no hace por una cuestión elemental de pudor. Y eso, sin dudas, merece atención.
En esos blogs, sobre todo en Cambios… es posible hallar fotos exclusivas tomadas por los agentes de la Seguridad del Estado en su labor cotidiana de chivatearía, textos de ciencia ficción sobre las más absurdas teorías de la conspiración y los mensajes clave (así, sin ese) que la dictadura quiere filtrar en sus audiencias. Sin embargo, no todo es “compromiso” en esos blogs. De vez en cuando, sólo de vez de en cuando, sus autores se van de vacaciones.
En “Imágenes de Ciego de Ávila”, las dos galerías que Enrique Ubieta compila en La isla desconocida, nos convida a un idílico recorrido por tierras avileñas. Fachadas recién pintadas, banderas ondeantes, jardines floridos, rostros felices y, sobre todo, mucha jama. Nótese el énfasis que pone el Ubieta fotoreportero en la abundancia de derivados del cerdo. Es innegable que se sintió muy identificado con ellos.
4 comentarios:
me quito el sombrero ante este ejercicio de ingenio: Me estoy riendo hasta con la muela de atrás. Derivados del cerdo, jajajajajajajajajajaj.
Muy bien, Camilo, te quedo exquisito esto. otro buen título hubiera sido "chicharrones de cerdo".
!me encanta! hago lo mismo que tu, solo que como tengo una desktop, lo hago en mi oficina.
cuando el caballo era el caballo arremetio contra todo aquello que no olia a el; ahora que estan enclenques, minetras no se metan con ellos todo es permitido. no digas los gyas, que no tienen nada de inmorales, sino asuntos verdaderamente inmorales.
tu eres muy joven y no viviste el inicio de la pesadilla. yo tenia 8 annos; a una ninna no se le olvida nada, ni las imagenes de las bohemias que mis padres me escondian, pero por supuesto yo leia.
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