29 diciembre 2009
Influencia del suelo sobre el animal a través de la hierba
23 diciembre 2009
Campos roturados

21 diciembre 2009
Tres en uno (a lo mejor para el año que viene)
Mi abuela Atlántida mantuvo un ritual hasta la última Navidad de su vida. A las 12 de la noche del 31 de diciembre, tiraba un cubo de agua por la puerta de la calle. A esa hora, con los ojos bien cerrados, pedía tres deseos. No sé cuántos de aquellos anhelos se le cumplieron, sólo puedo asegurar que ni siquiera cuando perdió la memoria se olvidó de esa costumbre.
Desde 1995 mi madre se ha hecho cargo del ritual. Tampoco sé cuántos de sus deseos se han cumplido, pero tengo la certeza de que al menos en uno coincide con mi abuela y ese, por más que lo ha pedido, no acaba de llegar. Pido entonces que en 2010 se nos dé, por ellas y por los millones de cubanos que tanto han esperado.
Ese solo deseo contiene a todos los demás, los resume. Por eso este 31 de diciembre, cuando mi madre abra la puerta de la calle y lance el cubo de agua hacia la noche de Santo Domingo, pediré que el próximo lo pueda hacer otra vez en Cuba. Dejo los otros dos deseos en blanco para que el azar tenga espacio suficiente.
Nunca ha llegado, pero a lo mejor para el año que viene…
18 diciembre 2009
La última mujer y la próxima vuelta en redondo

Cinco kilómetros de cañaverales ininterrumpidos nos separaban de esa plaza demasiado pretenciosa para un municipio tan pequeño. Todos sus extremos estaban custodiados por fachadas impecables y monumentales: Un teatro con nombre de poeta, una iglesia, una biblioteca (aunque en mi época allí estaba la terminal de ómnibus), un liceo, un merendero, una fábrica de gofio y una pizzería. En el centro de todo quedaba el símbolo más importante: la glorieta donde nacía el eco del pueblo.
Como una manada de lobos, los varones dábamos vueltas sin parar en contra de las manecillas del reloj. En pequeños grupos, tratando de mantenerse a salvo, las hembras giraban a la inversa. En medio de ese “ritual”, todos nosotros nos enamoramos por primera vez y nos despedimos de nuestra adolescencia. No era nada del otro mundo, en verdad no había nada que hacer, todo consistía en ver pasar a la última mujer y en esperar una mejor suerte en la próxima vuelta en redondo.
15 diciembre 2009
Pereza

Hace unos días volví a encontrarme con Pereza, esta vez haciendo los coros en la primera canción de Vinagre y rosas, el nuevo disco de Sabina. Pero antes había rastreado todas sus cosas en YouTube y fue allí donde hallé su dúo con Andrés Calamaro en “Amelie”.
El sonido y las letras de Pereza, al menos por ahora, me han devuelto la esperanza. Hace ya mucho tiempo que no encontraba algo que valiera la pena y que interrumpiera mis vueltas en círculos alrededor de los mismos apellidos de siempre: Calamaro, Bunbury, Drexler, Páez y Sabina, entre dos o tres más.
Ya descubrí a Pereza, ahora faltan los sucesos y los resortes que convierten a las canciones en inolvidables, en nostalgia incombustible.
14 diciembre 2009
La revolución no tiene quien le escriba
La alineación del equipo Cuba en la blosgfera es más desconcertante aún que en el béisbol: Enrique Ubieta, Manuel E. Lagarde, Vladia Rubio y una docena de reporteros encubiertos, cuyas caras desconocemos y que prefieren escudarse en seudónimos tan poco originales como De Donde Crece la Palma o Yohandry.
El chancleteo incesante que se produce desde los lugares más remotos y menos pensados, ha comenzado a sacar de sus cabales al régimen. La crisis ya ha sido etiquetada: “guerra mediática”. Los adversarios ya han sido identificados: “mercenarios”, “ciberpayasos”, “vendepatrias” y un sin números de insultos que, a estas alturas del juego, se convierten en elogios.
Hace unos días, en su blog, Vladia Rubio advertía que si los blogueros cubanos "tienen como único fin de sus actos el derrocamiento de su adversario, la toma del poder, si existe una intención expresa de subversión, entonces hablamos de confrontación y del derecho de la Revolución a defenderse”.
La pregunta ahora es quién sacará la cara por ella en la blogsfera, escribiendo palabras rotas donde él no está, en la sobrevida.
13 diciembre 2009
Si hay que pisar cristales, que sean de Bohemia

Hace algunos años, a la sombra de un colmado, Vianco Martínez (uno de mis hallazgos más entrañables en República Dominicana) me dijo una de sus frases más avasalladoras: “Asere, ¿tú no te has dado cuenta de que en las bachatas o la mujer no ha llegado o ya se fue, pero nunca está?”.
Después de terminar Vinagre y rosas, Joaquín Sabina llegó a una conclusión muy parecida: "Yo creo que las canciones de amor no existen, sino que sólo existen las canciones de desamor. Es cuando te deja la chica que haces una letra para cagarse en su puta madre y que la persiga toda su vida".
Para componer las letras del disco, Sabina se “exilió” en Praga con su amigo Bejamín Prado. Cuenta la leyenda que, en el cumpleaños 60 de Joaquín, mientras un mariachi tocaba algo de José Alfredo Jiménez, el cantautor le habló al oído al escritor, quien padecía en ese momento de un abandono: "Benja, no me sale nada. La felicidad doméstica está matando mi creatividad. Préstame algo de tu cabreo emocional".
El resultado de eso ya todos lo conocen y se ha convertido, en apenas unas semanas, en un doble disco de platino. De ahora en adelante sólo queda seguir oyendo las confesiones y cazar las lecciones: “Detesto la nostalgia, pero creo que los mejores materiales nacen de la memoria. Y con 60 se tiene pasado, presente y futuro. Cuando tienes 70 sólo cuentas con un pretérito estupendo. A los 50 recibes la visita de tu pasado. Mi visita fue brutal. De un día para otro. Pasé de la euforia de sentirte vivo, por haber sobrevivido, a la depresión de tener que vivir con lo que me había pasado”.
Es en momentos como ese (y como muchos otros. Ya lo dijo Marx: a cada cual según su necesidad, de cada quien según su capacidad) en que no queda más remedio que cerrar los ojos y pisar cristales… pero de Bohemia.
10 diciembre 2009
200 esbirros contra 48 damas

Sólo dos cosas han cambiado desde entonces. Durante aquella crisis, que desembocó en el éxodo de 125,000 cubanos por el puerto del Mariel, las turbas solían lanzarle huevos a los que habían elegido emigrar. La crisis económica actual que sufre la isla hace inviable esa oprobiosa práctica. A falta de armas “biológicas”, la dictadura ha optado por multiplicar el número de agresores.
Contra la manifestación pacífica que las Damas de Blanco organizaron en la víspera del aniversario del Día de los Derechos Humanos, fueron convocados más de 200 esbirros. Ellas apenas eran 48 y caminaban con las manos llenas de flores, exigiendo en silencio la libertad de los 75 opositores que fueron encarcelados durante la primavera negra de 2003.
08 diciembre 2009
El terror de vivir sin Luis
Me aprendí sus bachatas haciéndole el coro a Sonia Silvestre, en esas noches interminables en que todo termina en Casa de Teatro. Justo allí lo vi por última vez. Llegó perdidamente borracho, pero recobró la lucidez de un golpe, con solo ponerse la guitarra en ristre. Cantó “Yo quiero andar” y “Andresito Reyna”. Luego se bajó del escenario y se despidió con una frase cortante: “La vida dura dos canciones, un pote de romo o un gobierno corrupto. Elijan la opción que más les gusta”, dijo y se fue dando tumbos.
Hace ya unos años le hice una entrevista. Nos encontramos en el colmado donde se le dejaban todos los recados. Nos bebimos un Brugal Extra Viejo y conversamos durante toda una tarde. “Ya me estoy poniendo viejo y creo que es hora de velar por lo mío, por mi casa, por la finquita que me compré con el dinero que gané con los números que se pegaron y por la música que quiero componer de ahora en adelante”, me dijo ya cuando nos despedíamos.
Así de humilde era Luis Días, probablemente el músico más revolucionario que ha nacido en esta media isla desde hace por lo menos cinco décadas. Era el más talentoso y el más ingenioso, pero no supo cuidar su suerte y ya sabemos que aquí el azar no pierde una oportunidad de jugar una mala pasada.
Eso no se hace, Luis Días, eso no se hace.
Círculos viciosos

A muchos intelectuales cubanos les sucede algo parecido. Se han elevado tanto en la búsqueda de ideas, reflexiones y metáforas sobre la nación, que han perdido de vista a la masa que la conforma. De ahí que Rafael Hernández definiera los debates y las preocupaciones que emergen en los blogs y las redes sociales como un vulgar chancleteo.
Cuba está sumergida hoy en la peor crisis de su historia. Nunca antes la economía del país se había depauperado tanto. Donde quiera que se mire se halla el mismo panorama, todas las fotografías son una misma imagen repetida hasta el cansancio: tierras baldías, industrias inoperantes, ciudades en ruinas y gente hastiada, sin la más mínima esperanza en los ojos.
A lo mejor eso ayudaría un poco a la regeneración de Cuba: más chancleteo y menos círculos viciosos.
El hijo de Guillermo Tell prefirió poner la manzana en la cabeza de su amiguita

Algunos parroquianos eran más constantes que otros, pero a la hora que fuera y el día menos pensado, uno siempre se encontraba allí con Kiki Álvarez, Omar Mederos, Bladimir Zamora y Carlos Varela. Con la ayuda del peor de los rones y la abulia de una Habana que empezaba a hundirse en el Periodo Especial, aquellas jornadas se extendían más de la cuenta.
Cuando leí las declaraciones más recientes de Carlos Varela sobre nuestro país, sobre Estados Unidos y sobre Yoani Sánchez, recordé muchas historias de aquella época en que ninguno de nosotros, en ninguno de aquellos ejercicios de adivinación, ni siquiera llegó a sospechar lo que en realidad acabó ocurriendo.
02 diciembre 2009
Malecón

Tres mujeres avanzan sin mirar sobre la luz de las estrellas,
tres mujeres vestidas de blanco
que bailan descalzas un danzón a destiempo.
No les preguntes sus nombres,
no les digas nada que pueda distraerlas.
Déjalas que bailen,
déjalas que le digan su pesar a la oscura marea del Golfo.
En Veracruz los danzones se oyen en la tarde, aun en verano
siempre parece que es de noche.
No digas nada que pueda distraerme,
el camino de regreso empieza cuando se acabe la música,
tres mujeres vestidas de blanco,
tres mujeres que nunca tendrán nombre
no podrían convencerme.
No digas nada que pueda distraerme, del otro lado del mar estoy yo,
01 diciembre 2009
Tríptico del Monumento de Mal Tiempo
30 noviembre 2009
José Emilio Pacheco, tarde o temprano

Con esa voz demasiado pausada con la que Eliseo decía hasta las cosas más urgentes, les aclaró que Martí no podía entrar en su lista, porque a él no se le leía sino que se le respiraba. Yo no alcanzo a respirar los versos de José Emilio Pacheco, pero su atmósfera siempre me acompaña a todas partes.
Hay ciertas cosas de las que nunca me separo y entre ellas no me puede faltar Tarde o temprano [Poemas 1958-2000], una antología donde se reúnen las versiones más reciente de casi todos los poemas del escritor mexicano. En 1996 viví por unos meses en la colonia Roma, en el D.F., el escenario donde ocurre Las batallas en el desierto, una breve novela de José Emilio.
En aquel entonces, sentía una rara felicidad cada vez que deambulaba por las mismas calles donde habían vivido los personajes. Recuerdo que por las tardes me sentaba bajo los árboles de la Álvaro Obregón a oír las voces con las que ellos hubieran hablado. Hoy he vuelto a sentir aquella rara felicidad.
José Emilio Pacheco, uno de los más grandes poetas del idioma español en el siglo XX, por fin ha ganado el Premio Cervantes. Más que el reconocimiento, lo que me entusiasma es que las editoriales suelen reaccionar ante esos galardones y eso significa que su obra será mucho más divulgada de lo que ha sido hasta hoy.
En “Despedida”, el último poema de Tarde o temprano, José Emilio pide “perdón o indulgencia” por haber fracasado. La única culpa que confiesa se convierte ahora en su salvación. Eso le pasa por intentar lo imposible.
PREMIOS CERVANTES
1976. Jorge Guillén (España)
1977. Alejo Carpentier (Cuba)
1978. Dámaso Alonso (España)
1979. Jorge Luis Borges (Argentina) y Gerardo Diego (España)
1980. Juan Carlos Onetti (Uruguay)
1981. Octavio Paz (México)
1982. Luis Rosales (España)
1983. Rafael Alberti (España)
1984. Ernesto Sábato (Argentina)
1985. Gonzalo Torrente Ballester (España)
1986. Antonio Buero Vallejo (España)
1987. Carlos Fuentes (México)
1988. Maria Zambrano (España)
1989. Augusto Roa Bastos (Paraguay)
1990. Adolfo Bioy Casares (Argentina)
1991. Francisco Ayala (España)
1992. Dulce María Loynaz (Cuba)
1993. Miguel Delibes (España)
1994. Mario Vargas Llosa (Perú)
1995. Camilo José Cela (España)
1996. José García Nieto (España)
1997. Guillermo Cabrera Infante (Cuba)
1998. José Hierro (España)
1999. Jorge Edwards (Chile)
2000. Francisco Umbral (España)
2001. Álvaro Mutis (Colombia)
2002. José Jiménez Lozano (España)
2003. Gonzalo Rojas (Chile)
2004. Rafael Sánchez Ferlosio (España)
2005. Sergio Pitol (México)
2006. Antonio Gamoneda (España)
2007. Juan Gelman (Argentina)
2008. Juan Marsé (España)
27 noviembre 2009
La conjura de los unánimes

Hace 7 años, en 2002, Teodoro Obiang obtuvo una arrolladora victoria con el 97,1% de los votos. Pero esa cifra ya no le parece suficiente y por eso hizo un llamado para alcanzar esta vez el apoyo absoluto de todos sus compatriotas.
El gobierno de la antigua colonia española es considerado uno de los mayores represores del mundo. Varias organizaciones internacionales de Derechos Humanos han denunciado la falta de libertad de prensa, la represión, tortura y desaparición de activistas, la ausencia de garantías jurídicas y la manipulación de los procesos electorales.
Aunque Guinea Ecuatorial es productor de petróleo, la inmensa mayoría de sus 650.000 habitantes viven en la pobreza. Aún así, es muy probable que Teodoro logre el próximo domingo la meta que se ha propuesto. "Obiang se ha asegurado la victoria", aseguró Kissy Agyeman-Togobo, analista de IHS Global Insight, a Reuters.