Todo parece indicar que Mike Newell también fracasó en el intento por traducir, de las palabras a las imágenes, el universo de Gabriel García Márquez. Según los críticos que han tenido la oportunidad de ver la versión cinematográfica de El amor en los tiempos del cólera, Fermina Daza y Florentino Ariza corrieron la misma desdicha que todos los seres de Macondo que les antecedieron.
Hay muchísimo ejemplos de grandes novelas que han tenido grandes adaptaciones al cine. También hay películas que al final resultaron ser muy superiores a la obra literaria en la que se inspiraron (Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, es un paradigma de ello). Pero por lo regular, los clásicos de la literatura no suelen convertirse en clásicos del séptimo arte.
Lo raro en García Márquez es que él siempre estuvo muy vinculado al cine; además de fundar la escuela de San Antonio de los Baños, impartió talleres de guiones y hasta llegó a escribir varios (aunque también acabaron siendo películas mediocres). Para alguien así, es demasiada mala suerte que su obra siga siendo invisible cada vez que se traspasa al celuloide.
Hay muchísimo ejemplos de grandes novelas que han tenido grandes adaptaciones al cine. También hay películas que al final resultaron ser muy superiores a la obra literaria en la que se inspiraron (Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, es un paradigma de ello). Pero por lo regular, los clásicos de la literatura no suelen convertirse en clásicos del séptimo arte.
Lo raro en García Márquez es que él siempre estuvo muy vinculado al cine; además de fundar la escuela de San Antonio de los Baños, impartió talleres de guiones y hasta llegó a escribir varios (aunque también acabaron siendo películas mediocres). Para alguien así, es demasiada mala suerte que su obra siga siendo invisible cada vez que se traspasa al celuloide.
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