
Se trata de un instante en las casi dos horas que dura el documental An Inconvenient Truth (2006), donde Al Gore denuncia el peligro del calentamiento global. De forma clara, a veces entretenida y a veces dramática, el político norteamericano explica qué es el efecto invernadero, cuáles son sus consecuencias más serias y qué podemos hacer para que no lleguen a ser irreversibles.
Después de perder unas confusas elecciones en 2000, donde George W. Bush acabó arrebatándole la presidencia de Estados Unidos, Al Gore se ha dedicado a impartir esta conferencia por todo el mundo. Más de mil veces y ante los espectadores más disímiles ha repetido la misma frase: "La cuestión no debería ser de tipo político. La gravedad es tal que para mí se ha convertido en una cuestión moral y por eso estoy haciendo esto", explica Gore.
Cuando acabé de oír a Al Gore, volví al minuto 64 del documental. Justo ahí está la imagen de la frontera. ¿Estamos dispuestos a salvar al menos la mitad de una isla única? ¿Qué hacemos día a día para que eso sea posible? A veces una gran pregunta empieza por otra mucho más pequeña.