01 octubre 2022

El regreso a la barbarie


Hay un texto de Memorias del subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea, 1968) que predice con exactitud la Cuba actual. Lo dice Pablo, mientras transita junto a Sergio por La Habana: “Esta gente dice están haciendo la primera revolución socialista de América. ¿Y qué? Van a regresar a la barbarie, van a pasar un hambre… como los haitianos”.
Luego, en otra escena de la película, Sergio afirma que “todo el talento del cubano se gasta en adaptarse al momento”. Eso es lo único que ha hecho en los últimos 63 años. Ninguna iniciativa de la dictadura de Cuba fue sostenible en el tiempo. Por eso tuvo que exigir a la gente una exagerada capacidad de readaptación.
Ningún plan del mesiánico dictador sobrevive hoy. Sus quimeras solo fueron posibles mientras pudo canjear soberanía nacional por subsidios soviéticos. Luego, intercambió con Venezuela medios represivos por petróleo. Porque en lo único que sí fue eficaz el régimen desde su instauración fue en su capacidad represiva. 
Nunca sabremos los cubanos que murieron por falta de una ambulancia durante la pandemia del Covid-19. Después, empezaron a caer como moscas por la incapacidad del país de producir oxígeno. Sin embargo, jamás faltó un carro patrullero en ese asfixiante territorio para amedrentar, hostigar y perseguir. 
Es indignante ver las largas filas de vehículos destinados a reprimir en un país paralizado y frente a un pueblo hambriento. La historia de Cuba, sobre todo desde 1959 hasta hoy, habrá que rescribirla por completo. Pero toda narrativa debe de empezar por el día de ayer. 
Por esa isla que ya no se distingue de noche. Por ese país totalmente apagado y por esos cubanos que ya solo les queda su propio cuerpo para defenderse de la aplastante obstinación de la dictadura. Anoten la fecha. De aquí en adelante y hasta el desplome total del sistema, solo resta la barbarie. 
Porque por perder, los cubanos han perdido ya hasta la capacidad de adaptarse al momento. Es importante subrayar que, poco a poco, también se les está agotando el miedo.

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