07 diciembre 2021

Dark Side


Anduve por el lado oscuro y estoy de regreso. Sobreviví al COVID gracias a un gran médico dominicano y a los milagros de los que es capaz mi Cucha, quien convirtió nuestra habitación en una sala de cuidados intensivos. 
También cambió el butacón de la esquina por un pequeño escritorio. A pesar de la gravedad y gracias al exceso de soledad, terminé "Atlántida". 
Fueron tres semanas de encierro en unos pocos metros cuadrados, a solas con el libro que siempre he querido escribir, las 6 temporadas de Los Sopranos y un carrito en el que llegaban la comida y los medicamentos. 
Un día creí que ya no me levantaría más. Escribí el final de la novela. Después busqué esa escena donde Tony Soprano se come un aro de cebolla como si fuera una ostia y todo se va a negro.
Vistos esos días con unas horas de distancia, tengo muchísimos más recuerdos buenos que malos. Ya dije que mi Cucha es milagrosa.

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