A propósito del Premio Caonabo de Oro, que la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores (ADPE) me entregará el próximo 23 de octubre, José Gómez Cerda me hizo esta pequeña entrevista.
¿Qué sintió usted cuando le informaron que
había sido seleccionado por el Jurado de
los Premios Caonabo de Oro como ganador?
Primero,
creí que se trataba de un error. Luego, volví a sentir una enorme gratitud por
República Dominicana. Este país me ha dado lo más importante que necesita un
escritor para manifestarse: la libertad. No confío mucho en los premios, ni
siquiera en el Nobel. Jorge Luis Borges, por ejemplo, nunca ganó el Nobel y sin
embargo sí mereció el Caonabo de Oro. De manera que esta es mi primera y
seguramente única oportunidad de compartir un lauro con el autor de tantos
libros que me marcaron.
¿Quién le informó y qué opinión le merece
este reconocimiento a su labor profesional?
El
mensajero fue mi primera gran alegría. Que Mario Rivadulla, ese admirable
compatriota mío, fuera quien me diera la noticia del Premio, me llenó de
orgullo. Él ha sido un incansable luchador por la libertad de mi país y ha
dedicado gran parte de su talento a República Dominicana. Que él estuviera
entre los que creyeron que yo lo merecía me da una gran tranquilidad, porque
eso quiere decir que no siempre he hecho mal las cosas.
¿Cuál considera que ha sido el mayor logro de su vida profesional?
Soy
muy malo autoevaluándome. Apenas trato de imitar a mis escritores preferidos,
siempre con la certeza de que jamás me acercaré a su talento. Aun así, creo que
lo mejor que he hecho en mi vida como profesional es tratar de ser honesto, de
no mentirle a los demás y de no mentirme a mí mismo. Eso me ha costado mucho y
me seguirá costando, pero lo prefiero a ir por la vida tratando de engañar y de
engañarme. Siendo un tilín optimista, me gustaría pensar que lo mejor de mí aún
está por hacerse.
5 comentarios:
No sé si felicitarse sea suficiente, pero es lo que puedo hacer y lo hago con sobrado cariño y orgullo, porque te siento parte nuestra. Permíteme volver a darte la bienvenida a esta, tu casa. Cada día eres más dominicano y uno de los más valiosos.
Camilo, y si uno quiere ir a aplaudirte ese día, cómo le hace? Hará falta una invitación?
La entrada es libre, Anónimo. Es en el Auditorio Juan Bosch de la Biblioteca Nacional el próximo 23 de octubre, a las 7 de la noche. ¡Te espero!
Excelente! Ya veo que no hay que esperar a diciembre para que huela a Navidad. Felicidades otra vez, Camilo. Allá nos vemos!
Un Caonabo para un guerrero. Bravo!!
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