Hoy fui al Consulado de Cuba a buscar mi pasaporte. Todo estaba lleno de cintas amarillas. En algún momento, mientras permanecía en aquel lugar que parece una Oficoda (especie de oficina municipal que administra las raciones de los consumidores cubanos), me sentí dentro de una historia de Virgilio Piñera.
Durante
la tarde, Listín Diario (el medio más
conservador de República Dominicana) reprodujo un cable de AFP: “Cuba inundada de lazos amarillos en mensaje a EEUU”. En él, el espía René González dice que
el propósito de esa manifestación es enviar el mensaje de que [los cubanos] “también
somos humanos”.
Al
final de la jornada laboral hice mi acostumbrada ronda por los medios de mi país.
Esa rutina incluye muchas publicaciones. En una de ellas di con una caricatura
de Garrincha. Es un diálogo entre el Médico de la Salsa (ese pelempempético
personaje de la música popular cubana) y la actriz Ana Luisa Rubio.
El músico
(¿o es médico?) dijo recientemente, en medio de un ridiculísimo discurso, que
extrañaba a Cuba. La actriz, que acaba de ser víctima de una salvaje golpiza
por parte de sus propios vecinos, le reprocha que ella no. Esa escena, también
piñeriana, me dejó paralizado por un rato.
Hoy fui a buscar mi
pasaporte. Cuento con desesperación los días que nos faltan para aterrizar en
La Habana. Me
parezco a esos gatos de los que sus dueños se deshacen y, por más lejos que los
abandonan, siempre logran regresar a casa.
Yo también extraño a Cuba. Mucho. A veces demasiado. Pero en la mayoría de las ocasiones me siento en la piel de Ana Luisa y todo me duele. Eso también parece una situación de Virgilio Piñera. Con o sin cintas amarillas, aunque seamos seres humanos o bestias.
Yo también extraño a Cuba. Mucho. A veces demasiado. Pero en la mayoría de las ocasiones me siento en la piel de Ana Luisa y todo me duele. Eso también parece una situación de Virgilio Piñera. Con o sin cintas amarillas, aunque seamos seres humanos o bestias.
8 comentarios:
yo también, demasiado.
Excelente, Camilo Venegas Yero. Al final, saliste más sensible que yo. No extraño, ni cuento los días, salvo cuando llego y es para saber los que me faltan para volver a salir.
siempre crei que eras un guajirito inteligentico y a veces brillante y en la ena apostaba a que nunca madurarias y que siempre serias un tipo muy creativo y malcriado... pero tu sensibilidad se ha ido agudizando... o afinando segun el punto de vista de los musicos... camili extranio aquella epoca en que te podia dar un abrazo a menudo aunque tuviera que soportarte cuando te ponias tan insoportable. recuerdo un dia que le te fuiste de la clase de teatro infantil y le digiste a la profesora, aquella gorda que estudio en moscu, que si te seguia dando clases te iba a contaminar la imaginacion. jajajajajajaj... que pesado!!!! quien pudiera volver a cubanacan ay!!!!!!!!!!!
Curiosamente, yo no extraño. Hay en mi como un sentimiento embotellado, guardado al vacío, que no tiene nada qué ver con lo que a diario vivo. Cuba, es algo casi irreal donde viví o soñé hace tiempo alguna cosa.. No siento nada; sólo en algunas ocasiones un dolor indefinido, una pérdida indefinida...Creo que ha sido la forma de protegerme para que el desarraigo no me lastime y poder seguir adelante.
¡Tremendo! ¡Me encantó!
Oye, si vienes a Cuba, llámame. Si vas a estar en La Habana, me gustaría mucho verte e invitarte a nuestro estreno.
Besos
GUAJIRO, USTED ESCRIBE COMO SI ARARA LA TIERRA. ESTE TEXTO ESTA TREMENDO.
Hermoso, es lo mismo que siento cuando voy a la isla. La casa de mi familia es como una probeta alejada de la mierda cotidiana, la mierda moral quiero decir, porque de la material nunca se escapa
Chico yo lo unico que extraño de Cuba son......los "utileros"......como hay que cargar aqui!!(yo soy musico)
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