Hace dos semanas República Dominicana jugó un rol protagónico en la Cumbre de Río. La mediación de Leonel Fernández fue decisiva para evitar un inminente conflicto armado en Suramérica. Ahora, gracias a Juan Luis Guerra, el nombre del país volvió a ser noticia en todo el mundo.
Ningún interés político los convocó, nadie sufragó los gastos de sus conciencias, ellos acudieron por principios. Juanes, Juan Luis Guerra, Alejandro Sanz, Carlos Vives, Miguel Bosé, Fernando Velasco, Ricardo Montaner y un coro de 100,000 voces borraron con canciones una frontera que Hugo Chávez trató de delimitar con tanques de guerra.
En el recital “Paz sin fronteras” no se entonaron trovas “comprometidas”, nadie tuvo que decir una consigna para que todos entendieran el mensaje. Los versos sencillos de “Ojalá que llueva café” o “Corazón partío” bastaron para decir lo que había que decir.
El grito de “no a la guerra” y la reafirmación a la hermandad entre los pueblos de Colombia, Venezuela y Ecuador, se oyó en todo el continente. En el puente Simón Bolívar, allá en Cúcuta, se escuchó todo, menos el redoble desafinado y a destiempo de los tambores de guerra.
17 marzo 2008
La paz a punta de canciones
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