El oficio del corresponsal extranjero en Cuba es tan difícil como
el de los funámbulos. Ambos se la pasan tratando de mantener el equilibrio. El
principal enemigo de los segundos es la Ley de Gravedad. Los primeros, en
cambio, tienen que cuidarse de la objetividad y de las verdades incómodas.
Para el uruguayo Fernando Ravsberg eso está muy claro. Hace muchos
años que vive en La Habana y conoce la realidad de la Isla como la palma de su
mano. Se nota que ha comprado carne de res en la bolsa negra y que ha comido
langostas en época de veda. Su blog prueba que ha llegado hasta los más
inaccesibles recovecos de la nación.
Para conservar el puesto, como corresponsal y como testigo de
excepción, Ravsberg tuvo que aprender a comunicarse con la mitad de su lengua.
Por eso escribe todo a medias, contando solo la porción tolerable de los
hechos, el trozo menos comprometedor de la historia, el pedazo que no contenga
lo intolerable.
Ese excesivo cuidado lo ha llevado, primero, a la autocensura y, de
ahí, a la miseria. En su más reciente post, “Los aprendices de brujos”, fue tan
evidente su maña que Rosa María Payá no se pudo quedar callada. Una por una,
destapa las maniobras y falsedades del uruguayo.
“Ravsberg está tan acostumbrado a caminar sobre esas desventajas
que se atreve a sugerir que a los cubanos no les interesan los derechos
humanos. ¿Cómo se atreve a despreciar de esa manera racista al pueblo del que
ha vivido durante tantos años?”, afirma la hija de Oswaldo Payá.
Rosa María describe muy bien al personaje y revela todo de lo que
es capaz. Aún así me siento en la necesidad de decirle algo más a Fernando
Ravsberg: Tratar de subestimar y, lo que es peor aún, de empequeñecer a la oposición
cubana sin antes mencionar la criminal represión a la que es sometida, es de
una cobardía imperdonable.
11 comentarios:
¡Muy bueno!
Bravo, Venegas!!!
Yo soy colega de Fernando, y aunque no lo conozco personalmente lo quiero defender. Yo trabajo como corresponsal de prensa en varios países de Latinoamérica / el Caribe, y lo más difícil en el continente es reportar sobre Cuba (después de Haití, por otras razones).
O tu trabajas de manera oficial, como Fernando, y necesariamente llegas a la autocensura. O trabajas de manera clandestina, como la mayoría de los periodistas extranjeros que reportan sobre Cuba, disfrazados de turistas. Lo último lo conozco muy bien. Primero pasas la mitad del día escapando de la Stasi, que por supuesto los tiene todos en su lista negra. Segundo mientes todo el día a tus contactos en Cuba sobre lo que estás realizando verdaderamente, para no ser expulsado inmediatamente. Y tercero, lo más grave, siempre tienes información parcial y limitada, débido a tu condición de "turista". Puedes visitar facilmente a muchos opositores y recibes muchas informaciones valiosas. Pero no puedes preguntar gente del gobierno ni de la iglesia porque solo te reciben con documentos oficials. Puedes pasarte todo el día caminando por La Habana, sin llamar la atención de las autoridades, pero no puedes irte al campo porque te detectan cuando empiezas a hacer preguntas sospechosas.
Al final, como periodista sin papeles tienes mucha libertad de reportar la verdad sobre Cuba, en los medios extranjeros (y lo suelo hacer, por supuesto), pero siempre es una verdad parcial, porque no puedes entrevistar a ambos lados, como lo exige la ética periodistica.
En este sentido Fernando tiene el privilegio de saber mucho más sobre el país que muchos de sus colegas. Yo sigo esperando que un día publicará todo lo que sabe, cuando se haya retirado de La Habana. Pero ahí viene otro obstaculo: Ningún periodista se retirará antes del tiempo de La Habana. Prefiere esperar, aunque al precio de no poder reportar toda la verdad, hasta se dé lo que todos están esperando: la transición democrática de la isla. Pues, si yo fuera Fernando, no lo haría de otra manera.
Pues he leido el artículo de Ravsberg y me ha parecido muy objetivo. Sencillamente da una opinión, muy bien fundamentada, de lo que ocurre con la oposición en Cuba hoy. Lo que pasa es que la verdad duele, y tanto, que muchos son incapaces de ver la dura realidad. Opositores, de verdad, como lo fue el señor Paya, hay poquísimos. De esos pocos y valientes, el pueblo, la gente de apie no conoce absolutamente nada. Otros muchos son buscadores, vividores, que han visto una forma de " escapar" en el cuento de la oposición.
Es lo que tienen los trabajos asalariados.
Y no lo defiendo: hay frases en su articulo que quizas debía TAMBIEN haberselas ahorrado, por generalistas y evidentemente sesgadas.
Pero no conozco un asalariado que no conozca la censura, especialmente los medios.
Pongo ejemplos: conozco al menos tres multinacionales que hacen firmar a sus empleados compromisos/políticas/ como le llamemos, en que bajo la penalización de un despido express, se comprometen a no decir esto o aquello en twitter, facebook, etc. Ya sé que puedes cambiar de trabajo, etc. Pero estas escaramuzas van ganando terreno y ya hay quien se lo piensa para poner un comentario duro sobre un partido o político sólo por cosas como esta. Si, puede que ese político sea parte del consejo de administración.
Todos velan por su trasero, es un hecho. Y Ravsberg tiene el trasero plantado en Cuba.
Y sino, que le pregunten a Mauricio Vicent (El país), que ya le dieron la patada hace un tiempo atrás.
Insisto, no lo justifico. Pero creo que hay que ver esto en su contexto: es su punto de vista.
Anónimo Standard
Los dos dones mas preciados que recibimos de Dios son:
La Vida y La Dignidad.
El cubano mas grande de todos los tiempos, José Martí, escribió:
"Ver un crimen y callarlo, es cometerlo" (mas o menos esas palabras).
Pues que pudiéramos decir de quien ha dedicado su vida a la profesión de informador público y vea todo lo que sucede en Cuba y, desde una posición totalmente oportunista, se quede callado esperando para ver la gran fiesta. Para estar allí y reportarla. "El Palo Periodístico". Es asqueante.
Todo mi apoyo y reconocimento para Rosa María y mi agradecimiento a Venegas por este artículo.
Un abrazo cubanísimo;
Simón José Martí Bolívar.
Venegas;
Acabo de fijarme en la imagen que tienes arriba. Esa imagen, si la memoria no me falla, es Buster Keaton en la película "El General".
Abrazos;
Simón José.
Sí, Simón, por razones obvias, "El maquinista de La General" es una de mis películas preferidas. La tengo y la he visto muchísimas veces. Si tuviera que elegir un personaje de toda la historia del cine, sería ese. Un abrazo.
http://istmocentroamericano.blogspot.com/
A proposito del dia del periodista.
Muy buen articulo.
Abrazos.
Simon Jose.
Yo creo que para nadie es un secreto de como es que se vive en la isla yo soy un medico que vivo en el extranjero he leido todas sus opiniones y las respeto pero lean el articulo dentro de contexto
La cuestión aquí no es que Ravsberg reporte disimuladamente desde Cuba papa poder permanecer hasta que llegue " El Momento" , ni las técnicas que utiliza para jugar con la cadena pero no con el mono. Es que de tanto tratar de pasar desapercibido para la policía política cubana, o como parte de ese proceso, su lenguaje se parece tanto al que usan los conocidos libelos del castrismo (lo que un amigo llama "lenguaje granmatico") que ha pasado de congraciarse a confabularse.
La valentía, la honorabilidad, el apego a la profesión y a la verdad,, y el respeto al pueblo sobre el que informa, no son créditos dados a futuro, sino que debe ser la cosecha diaria de cada hombre.
O como dijo el director de Noticias RCN, Rodrigo Pardo: "el periodismo no se hace para agradar ni al Gobierno, ni a la oposición ni a los anunciantes, sino para informar a la opinión pública".
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