10 julio 2012

Eusebio Leal ya sabe hacer cola

 
Eusebio Leal Spengler rebusca en el lenguaje como si excavara en una ruina habanera. Sus párrafos son empedrados y sinuosos, con barandas de adjetivos y muros de oraciones subordinadas. Se ha movido tanto por épocas remotas, que habla como un antepasado. Por eso, en la medida de lo posible, le evito.
Leyendo un texto de Antonio José Ponte sobre el imparable éxodo de los jóvenes en Cuba, di con un discurso que ofreció Leal Spengler en la jornada inaugural del Encuentro “Un diálogo entre cubanos”. Después de admitir que no pudo convencer a sus hijos de que permanecieran en la Isla, el historiador de La Habana se queja de haber hecho una cola.
“Ayer fui a recibir mi visado en la embajada de Estados Unidos (…). No reclamo para mí ningún privilegio, pero como acostumbro a recibir en la puerta de mi casa a quienes me visitan, porque creo en esas prácticas caballerescas, estaba incómodo en la cola, afuera, bajo el sol. El único consuelo es que estaba acompañado de los demás cubanos”, dice.
También se queja de que en el televisor solo pasaban muñequitos (sic.) y de que iban llamando por orden de números y colores. “Dios mío, será esto una anticipación del campo de concentración”, se preguntó desconcertado el funcionario del régimen cubano.
Si eso le pareció poco cortés a Eusebio, aun cuando se trataba de una solicitud de visa a un país que no mantiene relaciones diplomáticas con el suyo, qué opinión le merecería pasar por una experiencia que roza en lo humillante: conseguir un sello que te permita volver a tu propio país.
Ahora Eusebio Leal ya sabe lo que es hacer cola. Vivió la misma experiencia que millones de compatriotas suyos en el último medio siglo. Pero todavía desconoce la vejación que significa ser un cubano cualquiera, como uno de los que le acompañaron “afuera, bajo el sol”.
Ese día quizás también comprenda por qué no pudo persuadir a sus hijos de que se quedaran a su lado, reconstruyendo una Habana que cada vez se parece más a un campo de concentración.

5 comentarios:

Lilo Vilaplana dijo...

Bien tu articulo, Camilo. Cada día que pasa me impresionan mas los comentarios de todos estos " favorecidos" y arrodillados al régimen de los Castro, sus "análisis" son cada vez mas patéticos y como bien dices Cuba es un campo de concentración y de los peores. Con que moral, con que ejemplo, se dignan a criticar algo, si tienen al pueblo de Cuba oprimido, hambriento, perseguido y miserable, sin derechos, solo escuchando la opinión de una izquierda que no sabe que mas "moringa" inventar para mantenerse en el poder.

Anónimo dijo...

EXACTAMENTE!!!

Cuquito dijo...

Duro y curvero.

Diana S. dijo...

He pasado un buen rato pensando que comentarte, pero me di cuenta que lo dijiste todo.

Alejandra/ARI dijo...

Excelente...! Ya va siendo hora!