El cantante (2004), El regreso (2005), Tinta roja (2006) y El palacio de las flores (2006) son las otras piezas que consagraron a Calamaro como el “artista argentino de la década”. Aunque son diez años de trabajo sin parar, él se atreve a señalar en el almanaque el trecho más productivo: “Creo que mi logro indescifrable fue aquel repertorio narcótico de cientos de canciones escritas entre los primeros días del siglo y los siguientes...”, precisó hace poco en una entrevista.
Cualquier creador estaría más que satisfecho con todo lo conseguido por el autor de "Empanada de vigilia". Porque a lo ya enumerado, habría que sumar Dos son multitud (2007), un disco en vivo que grabó junto a Fito & Fitipaldis, y Obras incompletas (2009), una abundante antología que, como su nombre lo indica, aún resulta insuficiente.
Pero el pasado viernes, en su blog, Andrés anunció que ya está en “studiotimes”. No da ningún avance, no ofrece detalle alguno, apenas publica una foto (donde aparece junto a Candy Caramelo frente a una consola) y admite que, después de ensayos y grabaciones, puede confirmar que está produciendo un nuevo disco.
Así termina su post: “En unos pocos meses me gustaría compartir con ustedes los contenidos de este álbum. Tomando en cuenta los últimos sucesos de la poesía... me urge...”. Así también termina el mío, compañeros de historia.
4 comentarios:
Me encanta este gran loco.
Siempre que oigo a Calamaro te recuerdo en la redacción del Caribe cantando con Pablo Ferrer las cqanciones de ese locopoeta. Tenías razón es un genio solo que tú lo viste mucho antes que muchos de nosotros. Un beso, cubanito.
Calamaro es un genioooooo y tú eres su fan más viejo. Jajajajajaja. Arelis tye recuerda en el Caribe y yo en el Centro Leon en el Patio Caribeño con tu rollo de Calamaro. Es un poeta, un poeta raro pero un gran poeta.
Pues mira tú. Yo tengo muchísimos cidís de Calamaro (mis hijas, compañeros...)y no le había puesto ningún caso al melenudo hasta que Camilo lo mencionó. Si opino es para reforzarle el ego, porque el cubanito marca tendencias. ¡je, je,je! Por Ítalo Calvino que sí!
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