Cuando los cinco espías de la dictadura cubana fueron apresados en Estados Unidos, Fidel prometió que volverían a su país más temprano que tarde. Los años han pasado y ningún ardid del Comandante en Jefe ha funcionado. A pesar de la sostenida campaña propagandística del régimen por todo el mundo, los acusados de espionaje continúan cumpliendo su condena. Raúl Castro acaba de proponer un intercambio.
“Vamos a hacer gesto y gesto: esos prisioneros de que tú hablas, si quieren soltarlos, que nos lo digan mañana, se los mandamos para allá con familia y todo”, declaró Raúl a un grupo de reporteros. “Que nos devuelvan a nuestros cinco héroes, es un gesto de ambas partes”, fue la propuesta del mandatario. Gracias a su proverbial manejo de los eufemismos, Fidel bautizó a sus espías como héroes.
En cambio a los disidentes, a ese puñado de individuos que se ha opuesto pacíficamente al totalitarismo y la ignominia, se les llama mercenarios, vendepatrias y un sin número de descalificaciones que el dictador cubano siempre lleva en la punta de la lengua para sus adversarios.
En algún momento esos nombres tendrán que revisarse y redistribuirse. Llegará el día en que las Damas de Blanco y todos esos hombres sencillos que se han enfrentado a la dictadura, sin otra arma que no sea los cojones que hay que tener para hacerlo allá dentro, merezcan la gratitud de todos los cubanos. Cuando eso suceda, estaríamos hablando de un canje de héroes por chivatos.
“Vamos a hacer gesto y gesto: esos prisioneros de que tú hablas, si quieren soltarlos, que nos lo digan mañana, se los mandamos para allá con familia y todo”, declaró Raúl a un grupo de reporteros. “Que nos devuelvan a nuestros cinco héroes, es un gesto de ambas partes”, fue la propuesta del mandatario. Gracias a su proverbial manejo de los eufemismos, Fidel bautizó a sus espías como héroes.
En cambio a los disidentes, a ese puñado de individuos que se ha opuesto pacíficamente al totalitarismo y la ignominia, se les llama mercenarios, vendepatrias y un sin número de descalificaciones que el dictador cubano siempre lleva en la punta de la lengua para sus adversarios.
En algún momento esos nombres tendrán que revisarse y redistribuirse. Llegará el día en que las Damas de Blanco y todos esos hombres sencillos que se han enfrentado a la dictadura, sin otra arma que no sea los cojones que hay que tener para hacerlo allá dentro, merezcan la gratitud de todos los cubanos. Cuando eso suceda, estaríamos hablando de un canje de héroes por chivatos.
5 comentarios:
Buena crónica, Camilo. Un abrazo, CA
Ni siquiera el término justo es el de chivatos. Esa es una profesión que los cubanos conocemos bien, chivateamos hasta por un pedazo de pan, va con nosotros. Cincuenta años nos lo impusieron. Estos tipos son sencillamente espías no les cambies el nombre. Chivatos es un pequeño témino regional...ellos son ESPIAS, acto condenable en cualquier parte del mundo, OK, condenable o revisen los anales de la historia.
Así mismo será, Venegas. Como lo de aquellos carteles de "Abajo el tirano" que mencionabas hace días. La resemantización...
Un beso.
"Vamos a hacer gesto y gesto: Esos prisioneros, si quieren soltarlos, que nos lo digan mañana, se los mandamos para allá con familia y todo", declaró Raúl a un grupo de reporteros en Brasil. "Que nos devuelvan a nuestros cinco héroes, es un gesto de ambas partes".
Raúl Castro, se ha adelantado al gesto, aunque su gesto lo considero brusco, poco elegante. Deja claro, que los llamados “disidentes” se podrían podrir en las celdas cubanas.
Los “Cinco Héroes”, están presos en Estados Unidos, bajo la ley norteamericana, de la misma forma, que “espías soviéticos” fueron condenados durante la “Guerra Fría”. Algunos de ellos, aunque el “Socialismo” se vino abajo, aun guardan prisión y tendrán que estar en sus celdas, hasta el final de sus días como lo dicta la ley americana en relación a los casos de espionaje.
Tanto la ley americana como la cubana, han sido duras con el espionaje. En Cuba, cualquier ciudadano cubano acusado de espionaje a favor de los Estados Unidos, tendría dos caminos: El paderón de fusilamiento o la condena maxima de años de prisión.
Sin tener conocimiento de la ley americana, se tiende a pensar que un gesto del presidente norteamericano, le devolvería la libertad a los “Cinco”. Soy de los que piensa que no estaría mal que el presidente Obama lo hiciera. Sería un gesto elegante, sería una de las tantas formas para comenzar a desatar el nudo de la mala política norteamericana hacia la isla y finalmente, el levantamiento definitivo del embargo económico, que en definitiva, no ha servido para nada.
Pero al mismo tiempo, un gesto de esa naturaleza, marcaría un precedente: Los condenados en Estados Unidos por espionaje durante la “era soviética” merecerían también, el mismo gesto, deberían tener el mismo derecho a la libertad.
Por el lado, pensar distinto, expresar tu desacuerdo con el socialismo o reunirte con el embajador norteamericano, no es motivo para ir a la cárcel, ni siquiera una semana, ni un día. Entonces sería un gesto mucho más elegante si el gobierno de Cuba dejara en libertad a los “disidentes” que no han cometido ningún acto terrorista. Eso lo ha pedido hasta Pablo Milanes. En lugar de quererlos canjear como si fueran rehenes. Además decir: “se los mandamos para allá con familia y todo" me parece un gesto grosero y revela el profundo desprecio de parte de un jefe de estado, por sus ciudadanos, por familias cubanas que tal vez algunos de ellos, no quisieran vivir fuera de su patria. Aunque tengan intereses y pensamiento diferente, deben ser tratados como ciudadanos, con derecho a escoger por ellos mismos, si desean vivir en su país o fuera de este. Esa decisión personal de un ciudadano común y corriente, no pude ser atribución de un jefe de estado.
Jorge Dalton
Muy buenos tus últimos comentarios y, en general, tu blog. Un cordial saludo matancero desde el fin del mundo,
Raúl Tápanes
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