Cuenta Simón que los “guerreros” que defienden el entorno enfilaron todos sus cañones contra los parques de diversiones que compraron a los delfines, pero nunca hicieron la más mínima alusión al gobierno de Cuba, que es el responsable de la ilegal transacción que se llevó a cabo sin el consentimiento de las autoridades dominicanas.
Es muy simpática la definición que hace Guerrero del “ala siniestra” de los ecologistas dominicanos, sobre todo cuando se refiere a la “izquierda melódica, un amasijo informe de artistas y poetas, la mayoría de los cuales no son marxistas, pero a quienes una nostalgia anacrónica los obliga a involucrarse en todo lo que huela a Siete Días con el Pueblo”.
Mi generación tuvo un delfín de mascota, se llamaba Flipper y aparecía por las tardes, en el Canal 6, cada vez que se acababan las aventuras cubanas y no había nada más que pasar. Gracias a esa serie, los niños de entonces aprendimos muchísimas cosas de esos mamíferos que hoy están en peligro.
La excusa del gobierno cubano para traficar con delfines es el bloqueo y su necesidad imperiosa de captar divisas. Pero, como dice Simón, el deber de todos los ecologistas es denunciarlo, porque sea por la razón que sea, “igual se extinguen para siempre”.
2 comentarios:
También han exportado Flamencos a Cánada, yo fui a Cayo Coco dos veces en el 93, por un trabajo de curso que estaba haciendo y la segunda, entre las construcciones discriminadas en el cayo, los ruidos, el pedraplen y dichas exportaciones, había desaparecido la mancha rosada que se veía antes cuando te acercabas al cayo.
No pasa nada... si se extinguen también le echaremos la culpa al bloqueo... ¿es que acaso hay algo de lo que no tenga culpa el bloqueo, desde el Diluvio Universal hasta la muerte de Chanquete?
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