02 octubre 2009

En la cola de la pescadería con Cintio Vitier

Camino de la oficina quedé atrapado en la encerrona de la hora pico. Como era obvio que no nos moveríamos en un buen rato, le eché mano al BlackBerry para ir leyendo los correos. En el Gmail tenía el aviso de que Sigfredo Ariel me había enviado un mensaje al Facebook. Era algo muy escueto: “Cami: Me acaban de decir que hace unas horas murió Cintio. Un abrazo, Sigfre”.

La enorme fila de carros permaneció inmóvil por mucho más tiempo, el suficiente como para poder repasar algunos momentos de aquella época en que descubrí que Cintio Vitier y Fina García Marruz eran nuestros vecinos. A esa cercanía le debo muchas tardes de larguísimas conversaciones y la publicación de mi primer libro de poemas.

No puedo decir que sostuve una relación intelectual con Cintio y con Fina, hablábamos de literatura cuando ya todos los temas de la vida cotidiana estaban zanjados. Llegamos a tener una complicidad muy familiar y creo que mi hija Ana Rosario fue la que más provecho le sacó a eso, porque descubrió a José Martí con ellos de intermediarios.

Recuerdo que una vez hicimos una cola de más de tres horas en la pescadería. Fue unos días después de la muerte de Gastón Baquero y aprovechamos aquella larga espera para que Cintio reconstruyera los momentos que él recordaba con más cariño de su amistad con el poeta de Banes. Pero aquel ejercicio de la memoria no le impedía estar atento a otras conversaciones que sucedía a nuestro alrededor. Poco después, escribió un poema muy lúdico sobre eso.

Junto a Cintio y Fina, también, crucé por primera vez la raya roja del aeropuerto de Rancho Boyeros. Descubrir Madrid con ellos, fue casi avasallador para un guajirito que nunca había viajado. Pero si tuviera que elegir un sitio donde volvernos a reunir, escogería cualquier lugar de la vida cotidiana. Ahí los poetas suelen ser más reveladores que en la mayoría de sus versos, aun cuando ellos sean parte de una obra insustituible.

Así recordaré a Cintio, en la cola de la pescadería, rodeados por una Habana que él disfrutaba como un niño que está a punto de hacer una nueva trastada.

12 comentarios:

Alfonso dijo...

Execelente texto que recuerda, de una manera muy humana, a un intelectual de la dimensión de Cintio Vitier. Es cierto eso de que la vida cotidiana de un poeta es también poesía.

Laura P. dijo...

Bello, Camilo, bello homenaje. Paz al poeta.

JIC dijo...

Tu sencillez, como siempre, es una lección. La obra de Vitier es invaluable. Mi sentido pésame a sus familiares.

Omar Mederos dijo...

Camilón, tomaré prestada tu anecdota para colgar en mi Facebook esta triste noticia. Es deliciosa y retrata muy bien a este poeta tremendo.
un abrazo

Tania de Sagua y Miami dijo...

hermosas palabras y hermosas razones para despedir a un poeta del calibre de cintio vitier. me has conmovido camilo y eso no lo logra todo el mundo.

Sigfredo Ariel dijo...

Querido Camilo: Gracias por mencionarme en esos hermosos párrafos tuyos sobre Cintio que leí hace un rato en La primera palabra.Yo también tengo muchos deseos de que nos encontremos, en cualquier parte, como siempre, muertos de risa, hablando alto de la Aragón, de la poesía y de los pueblos diminutos y enloquecidos de Las Villas. Dale mis saludos a la gran mamá y a tu bella niña, recibe mi cariño de to'a la vida.

LC dijo...

Paz al poeta. Bellas palabra para despedirlo.

Rodrigo Kuang dijo...

Estaba al tanto de lo que significaron Cintio y Fina en tu vida personal, por eso corrí hasta tu blog en cuanto supe de la muerte del maestro. Un abrazo y valor hermano, que ya pisaremos las calles nuevamente de lo que fue esa pescadería aglomerada.

Anónimo dijo...

Y que mala Fidelena,
junto con Cintio y con Lazo,
a Cuba, atada de brazos,
enterrandola en la arena.

Santiago Martin

Anónimo dijo...

Querida Zilma, querido Camilo, en 72 horas he perdido a dos personas importantes en mi vida, Cintio Vitier y Mercedes Sosa.
Siento en vuestra lealtad, ahora que muchos aprovechan para difamar al intelectual, un alivio enorme, gracias por ello, por ellos, por nosotros, gracias por permanecer idénticos en sentimiento; ya saben, por aquello de que honrar honra, que diría Martí.
Un abrazo
Gisela

Freddy Ginebra dijo...

Aplausos desde Washington por tan hermoso texto.

Lemis dijo...

Bello lo que escribiste sobre Cintio Vitier.
Un beso.