Katyn, la más reciente película de Andrzej Wajda, cuenta la historia de una masacre y de una mentira: En 1942, los servicios secretos de la Unión Soviética ejecutaron a 20.000 oficiales polacos. Pero hasta 1989, la URSS estuvo culpando por ese horror a la Alemania de Hitler.
En una entrevista que Juan Gómez le hizo a Wajda en El País, el maestro asegura que, aunque su padre fue asesinado en Katyn, no quiso contar la historia de su familia, sino revelar lo que realmente ocurrió en ese bosque: “Hay que explicar, no sólo a los polacos, cómo los soviéticos mataron a decenas de miles y echaron la culpa a los nazis durante décadas”, dijo.
Otro polaco, el general Wojciech Jaruzelski, también se refirió recientemente a esas oscuras nebulosas que empañan la objetividad de la historia y la tergiversan. “Pero al final, la biología hace su trabajo: siempre hay menos viejos que vivieron eso y más jóvenes que no fueron testigos”. Cuando se le pregunta qué cree que pensarán de él la gente dentro de 100 años, el otrora dictador responde de la manera más parca: “No lo sé. Y no me importa”.
Por meras cuestiones biológicas, llegará el momento en que la historia de Cuba también tendrá que reescribirse. A unos no les importará, a otros, demasiado.
2 comentarios:
Así mismo es, maese Camilo. Como siempre, tus textos son joyitas muy precisas.
Gracias Camilo por recordarme una película que quería ver hace mucho tiempo pero que había olvidado.
Un vistazo a Netflix me hizo ver que está disponible para verla instantáneamente, la puse en cola y la veré sin falta hoy por la noche cuando regrese a mi casa.
Será por toda esta facilidad de acceso a la información que algunos le temen a las tecnologías de la información?
Publicar un comentario