15 noviembre 2019

El Rey pasmado

Obra de © Alen Lauzán.
Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco I y Felipe VI tienen algo más en común que los números romanos que acompañan sus nombres: la ingenuidad con la que viajaron Cuba, juntándose con los líderes de una dictadura criminal que ha arruinado una nación y obligado a su pueblo a vivir sin libertad o a tener que escapar.
Todos, algunos un poquito más que otros, hablaron de democracia, de derechos humanos y de tolerancia. Pero lo hicieron siempre dentro de frases camufladas y párrafos encriptados, como si hasta ellos mismos temieran acabar en lo más oscuro de Villa Marista, a solas con el torturador de turno.
El viaje de Felipe VI y su impertérrita consorte, en teoría, era para celebrar los 500 años de La Habana, que a estas alturas es como festejar los treinta siglos de Pompeya. Pero empezaron por retratarse delante de la silueta del Che Guevara (el extranjero que más cubanos ha fusilado) y acabaron saludando en privado al dictador Raúl Castro.
Antes de la pasmosa llegada de Felipe VI, la dictadura encerró a periodistas independientes y activistas políticos. Al mismo tiempo, perpetró la más grande matanza de perros callejeros que se recuerde en la isla. Se aseguraron de que el Rey paseara tranquilamente con dos seres visiblemente demacrados: Eusebio Leal y La Habana.
Mientras la visita oficial transcurría, en una de las tantas mazmorras de la dictadura, José Daniel Ferrer seguía siendo salvajemente torturado. Aunque no llegó al extremo de Barack Obama (a quien por poco le levantan el brazo en un descuido, como al camarada Leonid Ilich Brézhnev), no tiene excusas Felipe VI.
En la celebración de sus 600 años, La Habana será aún más parecida a Pompeya. Entonces un nieto de Felipe VI deberá ser el rey de España y será recibido en Rancho Boyeros por Puesto a Dedo IV o V. Con seguridad para esa fecha ya habrán sido exterminados en Cuba los perros callejeros, los periodistas independientes, los activistas políticos… puede que hasta los cubanos.

1 comentario:

Fidel García dijo...

Camilo ,no soy tan pesimista con relación a que habrá un puesto a dedo IV o V,nunca como ahora me he sentido más optimista,; muchas veces me equivoqué pensando que el régimen terminaba ,pero nunca me percaté que ellos mismos se irían destruyendo ,no son economistas ,nunca lo han sido,En el pasado creí que la política de Estados Unidos hacia Cuba era errática, ahora me percato que no, ellos lo dejaron que se fuera pudriendo poco a poco, fue la política de ellos ,aunque siempre con una presión, Trump está al mando ahora y presiona poco a poco para que acaben de explotar , mi temor que hagan una jugarreta y se den ellos mismos un golpe de Estado.y confundan a ese pobre pueblo que lo tienen totalmente mareado y pusilánime.pobre Cuba.