25 noviembre 2014

Luis Rogelio Nogueras, un joven poeta de 70 años

A principios de 1986 yo estudiaba en la Escuela de Arte en Cubanacán. Entonces creía que me pasaría el resto de mi vida en un grupo de teatro. La experiencia del Escambray me había marcado en mi infancia, soñaba con estar en el medio del monte, haciendo representaciones para los campesinos.
Por eso en el segundo semestre me fui junto a tres compañeros a Moa, un pueblo minero del extremo oriental de Cuba. Allí, en medio de constantes nubes de polvo rojo, dirigí una obra de Salvador Lemis sobre un niño al que le crece un árbol en una oreja.
En la mochila llevaba mis escasísimas pertenencias, muchos libros de teatro y todos los cuadernos de Luis Rogelio Nogueras (un poeta cubano que acababa de morir). Durante esos meses, escribí incontables imitaciones de sus textos. Dos bailarinas que nos acompañaban llegaron a creer que aquellas ideas tan ingeniosas se me habían ocurrido realmente a mí.
Aunque él pertenecía a una generación sobre la que teníamos muchos recelos, sus referencias culturales y su escritura lo desmarcaban de sus coetáneos. Él no era ‘cheo’ como la mayoría de ellos, sus ídolos eran otros: Walt Witman, Edgar Allan Poe, Dashiell Hammett…
Ahora soy siete años mayor que él (murió a los 40) y aún no logro imitaciones convincentes de sus textos. Muchas veces me he preguntado cómo sería Luis Rogelio Nogueras de haber alcanzado los 70 años. ¿Se habría convertido en un patético esperpento (como algunos de sus amigos más cercanos) o seguiría siendo el escritor radicalmente ingenioso y consecuente que sedujo a mi generación?
Desafortunadamente, esa pregunta jamás podrá ser respondida. Wichy será siempre un joven poeta que nunca dejará de jugar, con una seriedad apabullante, a encontrar la forma de las cosas que vendrán.


EL ÚLTIMO CASO DEL INSPECTOR

El lugar del crimen
no es aún el lugar del crimen:
es sólo un cuarto en penumbras
donde dos sombras desnudas se besan.

El asesino
no es aún el asesino:
es sólo un hombre cansado
que va llegando a su casa un día antes de lo previsto,
después de un largo viaje.

La víctima
no es aún la víctima:
es sólo una mujer ardiendo
en otros brazos.

El testigo de excepción
no es aún el testigo de excepción:
es sólo un inspector osado
que goza de la mujer del prójimo
sobre el lecho del prójimo.

El arma del crimen
no es aún el arma del crimen:
es sólo una lámpara de bronce apagada,
tranquila, inocente
sobre una mesa de caoba.

Luis Rogelio Nogueras (1945 - 1986)

5 comentarios:

Uva de Aragón dijo...

Me ha gustado mucho leer este texto. Wichy y yo érammos primos pero apenas nos conocimos de niños. Su madre Gloria era prima de mi madre Uva Hernández Catá y los dos nacimos en el 44, yo en julio y Wichy creo que en noviembre. Conocí sus textos por su hermana Ambar, que vino a vivir a Miami de Venezeula y que hace tiempo se me ha desaparecido. Me sorprendieron algunas coincidencias en nuestros textos, tal vez producto de haber leido a los mismso escritores. Cuando fui a Cuba por vez primera ya habia muerto Wichy. Conocí creo que a la primera mujer y a su hija. El se vanagloriabia de su tío abuelo, y abuelo mío, Alfonso Hernández Catá, que fue admirador de Poe, sin duda. Venía por rama maternal de una famlia de escritores humanistas, de mente abierta y sentido dle humor. No quisiera pensar que se hubiera convertido en en un patetico esperpento.
Gracias por recordarlo.

RAISA dijo...

Hermoso esto que has escrito por aquel poeta que tanto te gustaba... Tu honestidad siempre me sorprende guajirito lindo, cuando tengas 70 años te seguire viendo como el guajirito autosuficiente y muy inteligente que estudio conmigo... gracias por tu blog que es una menra de seguir viviendo aquella epoca tan linda...

Mario A. Martí-Brenes dijo...

Yo fui amigo personal de Wichi que era mayor que yo un par de anos.
Era igual a cualquiera de nosotros. Igual a Guillermo Rodriguez Rivera, a Alberto Faya, a Raul Rivero ... a Silvio, a Pablo.
Si tu hubieras estado alli, entenderias.
Fuimos el producto irrepetible de un momento, de un solo Segundo.
No me arrepiento de nada. Aquello era otro mundo, con gente buena que pensaba en utopias.
Con el tiempo a veces las cosas se vuelven sus contrario hegelianos. La vaina niega del flamboyant la flor, pero a pesar de la vaina, la flor existio.
En cuanto a nuestra generacion, la de los 60, la de la alfabetizacion (no confundir con los jovenes de los 50 -los Cheos) fuimos los deslumbrados por los barbudos, por Camilo, Fidel, el Che y hasta por Raul. Pensabamos que eran semidioses. No creo que nadie en Cuba haya pagado un precio mas alto por su error. No vale la pena ni enumerar.
Porque los cubanos despreciamos la queja. No nos preguntamos porque estamos aqui, no vale la peno. Lo que nos inquieta es ver la luz de nuevo, alcanzar la salida, el triunfo.
Por eso la gente dice "apaga el Tabaco", "tierra y pison", "aprieta el cu... y dale a los pedales". Lo importante es el futuro. Dice la guaracha: No quiero llanto, no quiero llanto ...

Ana Tania dijo...

Fui bien cercana a Wichy.... y tu pregunta, la he oído más de una vez, desde consideraciones muy cercanas a las que haces... Wichy, era un tipo brillante; pero también atormentado. Epícureo por naturaleza y soñador , por vicio. Algunos lo consideraban fuera de nuestro mundo; pero no; siempre pensé que simplemente, miraba la realidad desde un prisma distinto. Sin embargo, su profundidad analítica y sentido crítico, estoy segura que, a la larga, pondrían en tela de juicio muchas de las cosas en las que creyó. La desilusión, lo despertaba cada día, aunque dormía siempre abrigado por una nueva esperanza..Siempre joven, pese a todo, murió de 40 años; pero para muchos, siempre fue el de los 21...

Anónimo dijo...

BUENISIMO Y JUSTO ESTUVO ESTO GUAJIRO.