Cuando a La Habana se le mira de lejos, la ciudad encubre
sus ruinas. En eso pensé cuando me paré en el filo de piedra del castillo del
Morro. Desde allí, traté de repetir una foto que he visto infinidad de veces
desde que soy niño. Logré una idéntica a todas las demás.
Casi nada ha cambiando en el perfil de la ciudad en los últimos
cincuenta años. Tres edificios y una horrorosa plaza pública es todo lo que se
ha construido en el Malecón en ese espacio de tiempo. A espaldas de esas paredes
repintadas, se esconde el naufragio de Centrohabana.
La capital de los cubanos nunca ha sido bombardeada, pero un
buen trecho de su vientre parece haber sido arrasado por el fuego aéreo. Un
islote de cascarones y muros deshechos se expande en el interior de la ciudad
hasta los bordes mismos de las principales avenidas. Allí, a duras penas, es
contenido por las brochas gordas y la pintura de cal.
No hay grúas en el horizonte de La Habana. Nada nuevo se
construye. Las pocas obras en marcha están destinadas a preservar lo
indispensable, a salvar alguna que otra esencia. La ciudad, como su gente, se
ha sentado a esperar. Solo que ella sí puede darse el lujo de perder tanto
tiempo.
Hace medio siglo era una
urbe tan moderna, que aun en su peor decaimiento luce espléndida, deslumbrante.
9 comentarios:
Bienvenido de vuelta, Camilo. Sigue esta producción en serie de tus relatos de esa Cuba que muchos también sentimos tan lejana ya. Comparto este en mi muro. Un abrazo desde Costa Rica.
Bienvenido de vuelta, Camilo. Sigue esta producción en serie de tus relatos de esa Cuba que muchos también sentimos tan lejana ya. Comparto este en mi muro. Un abrazo desde Costa Rica.
Lindo texto.
Cuanto hastraido de regreso!!!!!!
Paradero de camarones? Espero.
Bienvenido, querido poeta!! Besos. (Lemis)
Deslumbrante a pesar de estar en blanco y negro. Habana si bastara una canción para devolverte todo lo que el tiempo te quitó.
Hace apenas una semana le pedí a Malena Burke que interpretara Habaname, me complació, algo escribí sobre aquel hecho. Este relato del amigo Venegas me dejo con un sentimiento parecido al que me provoca esa legendaria canción de Carlos Varela. Prestado, lo llevo a mi muro en Facebook. Pido prestado y no devuelvo ¿Es eso robar? Amigos disfrútenlo. Camilo welcome back.
"Habana
si bastara una canción
para devolverte todo
lo que el comunismo y el castrismo
con la complicidad de buena parte de tus hijos
te quitó"
Muy buena observación (el título me encanta)
Y falta: ni carteles, ni...
Rceuerdo haber ido a la Habana en el 2007 (una ausencia inmensa antes, mejor no detallar) y descubrí que tenía ganas de leer otra vez (algo que deje de hacer durante años al salir fuera)
Como mismo a ti te dan ganas de llorar abrazar amigos, a mi me lo daban esos tristes tomos de las ediciones de Cuentos Americanos, Cuentos Franceses que veía en mi exigua carga traída al emigrar.
Luego, meditándolo, descubrí que el bombardeo constante de letras en el primer mundo había fatigado tanto a mi cerebro -eso y los lomos, los tristes lomos- me habían apagado el lado del cerebro que me había hecho leer desaforadamente durante 30 y tantos años.
La Ciudad sin Letras Luminosas me dejo leer otra vez...
Anónimo Standard
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