En la historia oficial de Jeep el Willys ocupa un sitial de
honor. “El ejército norteamericano pidió un vehículo... y se hizo con un
verdadero héroe”, aseguran con orgullo. Lo cierto es que esas pequeñas máquinas
fueron testigos de todas y cada una de las victorias del ejército norteamericano
en los frentes de Europa, África y Asia.
Pero en ninguna de las páginas web de la Compañía donde se dice que ese modelo fue una
leyenda, se habla de los Willys que fueron enviados a Cuba. Debieron llegar en
el mismo 1945, cuando se introdujo el modelo CJ-2A para uso civil. Muy poco después
ya eran parte del paisaje de las montañas de Oriente y Las Villas. Las fotos de
la época lo confirman.
A partir de ese momento, a ellos tampoco se les escapó un
hecho importante. Los Willys en Cuba han sido revolucionarios y
contrarevolucionarios, policías y bandidos, militares y alzados, oficiales y
clandestinos. Cuando llegaron nuevos todoterrenos desde Moscú, muchos creyeron
que había llegado la hora final de los Willys. 50 años después, sin embargo,
ellos son los únicos sobrevivientes de aquella caótica epopeya.
En los pueblos de la Sierra Maestra el silencio ahora parece
haberse multiplicado. Casi nada interrumpe el sonido natural de las montañas.
Si acaso, un arria de mulos o el ruido sofocado de un viejo Willys, que saca
fuerzas nadie sabe ya de dónde para siempre subir hasta donde no llega casi ningún
otro vehículo.
Es cierto que han perdido gran parte de su mecanismo
original. En su vientre ahora llevan piezas de guaguas japonesas, camiones checos,
locomotoras húngaras, motocicletas alemanas o tractores soviéticos. Muchos de
ellos solo conservan el casco de fábrica. Pero se mueven, son una de las pocas
cosas que no paran de marchar hacia delante.
1 comentario:
ño, la partiste. si yo trabajara en jeep hoy mismo te mandabaa uno de regalo, jeje, siempre he oído que en el capitalismo pasan cosas así. no, en serio, muy bonito eso. en manicaragua habia muchos willys seguro que los recuerdas. pero tu papa tenia un camión, ¿no?, un camión y un dodge. muy bonito escrito, bueno como casi todos. hay que leerte obligao. un abrazo.
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