Los cubanos han perdido casi todas sus esperanzas. La
desilusión, el desgano, la abulia, el desinterés y el “¿pa’ qué?” van con ellos
a todas partes. Tarde por tarde se sientan juntos a esperar la noche en los
portales. Los hombres sin camisa. Las mujeres, en raídas batas de casa.
Si una certidumbre les queda, si alguna convicción ha
logrado ser de verdad inquebrantable en ellos, es la fe en la Virgen de la
Caridad del Cobre. Católicos y santeros, cristianos y agnósticos, espiritistas
y ateos comparten la misma devoción. Solo ella logra un verdadero consenso.
Algunos prefieren llamarla Ochún y otros Cachita, como si se
tratara de un familiar y no de una santa. Unos profesan su fervor de manera
evidente, otros lo hacen en secreto. Pero nadie, absolutamente nadie, reniega
de ese territorio donde por fin lo cubano es indivisible y carece de bandos.
El Cobre ya dejó de ser aquel pueblo apartado que recibía a
los peregrinos con el silencio mineral de las montañas. Ahora son los
vendedores de artesanías y ofrendas quienes dan la bienvenida. Las más extrañas
argucias mercadológicas son puestas en práctica para que uno compre algo.
Ramos de girasoles, estampitas, piedras de cobre, virgencitas
metidas dentro de un tubo de luz fría, réplicas en tamaño real, enormes
esculturas en madera y velas de todo tipo y color (excepto blancas. Nadie sabe
decir por qué han prohibido de una manera rotunda las velas blancas).
Los cubanos han perdido casi todas sus esperanzas, pero en
El Cobre aún pervive uno de los últimos reductos de eso que llaman el espíritu de
la Nación. Allí está, en su estado más natural e intangible, lo que nadie ha
podido seguir encarnando a través de nombramientos y gestas.
4 comentarios:
Leyendo el primer parrafo me transporte a mi isla, esa es la Cuba que deje hace casi 15 años y es la Cuba que se mantiene estancada en el tiempo. Lo de las velas blancas prohibidas, debe ser por el temor que le tienen a esas dignas mujeres que marchan de blanco reclamando sus derechos. El blanco les da pavor.
Magnifico, Camilo, una vez mas me has transportado a nuestro pais :)
QUE UN ATEO SEA CAPAZ DE ESCRIBIR ESTO ES UN MILAGRO. ¿NO LO VES?
Del tiro le encendí una vela a Cachita, con eso te lo digo todo. Gracias por esa honestidad que eres capaz de brindar a través de tus palabras.
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