Este poema, que también es parte de los textos de El regreso, se publicó originalmente en el blog Sentado en el aire, de Juan Carlos Recio. Lo vuelvo a subir aquí con tristeza. Hoy Cuba amaneció con un poeta menos.
a David Lago González (1950- 2011)
Aprende a volar como el aura.
Describe un círculo
parecido al suyo
alrededor de tus límites.
Marca el horizonte
de tus pasos
y di por fin las palabras
que nadie debe oírte decir.
Asimila su repulsiva elegancia,
relaciona cada una de las virtudesde esa bestia negra y hosca
que un día nos llegó a dominar
sin que fuéramos capaces
de advertirlo.
Entiende el peso específico
del silencio que hace
cuando extiende sus alas y mira.
El aura tiñosa está en todas partes.
Sin hacerse notar,ha recobrado
lo que no queremos,
la carne y el paisaje
de la tierra que dejamos
ahora le pertenecen.
Su reino sigue estando
en las nubes,
pero ya no hay un firme
que no sea suyo.
Aprende a volar como el aura
pero,
por favor,
nunca llegues a levantar
ninguno de los dos pies del suelo.
3 comentarios:
Si era un gran poeta. Que en paz descanse.
ahora, leer sus libros es parte de no olvidarlo.
JC Recio
Lo más curioso del Aura es que en la distancia, se le extraña. Allá en lo alto, donde no se le ve la tiña es un ave majestuosa.
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