27 abril 2015

Tomás Aurelio Yero Alonso

 
Tomás Aurelio Yero Alonso nació en el Paradero de Camarones en 1908. Tuvo tres grandes amores: Atlántida Mosteiro Góngora, los Ferrocarriles de Cuba y su pueblo. Toda su vida luchó por mantenerlos juntos, por eso se retiró en la estación de Camarones (pudo hacerlo en una de mucho mayor categoría) y pasó sus últimos años bajo el cielo protector de su mujer, junto a las vías.
En 1973 tuve la fortuna de que mis padres se divorciaran y me llevaran a vivir con mis abuelos. Aunque nací en 1967, mi verdadera infancia —la que recuerdo y me define—, empezó 6 años después. Solo heredé cosas esenciales de Aurelio: sus tres amores, su honradez, su necesidad de decir lo que pensaba aunque le costara caro y su pasión por los libros (tenía que leer a diario y luego obligaba a mi abuela a oír los comentarios de sus lecturas). 
El 27 de abril de 1987 ha sido, hasta hoy, el día que más he llorado en mi vida. Hace ya 28 años de eso y todavía no me acostumbro a su ausencia. Llevar conmigo sus convicciones, sus gustos, sus manías y aquella radical alegría que nunca pudo ser derrotada por nada ni nadie, es lo que hago a diario para seguir junto a Papá. Esté yo donde esté y esté él donde esté, nunca nos hemos separado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bendita sea esa "radical alegría" que citas, así como la hondarez y tu passion por los libros.

Amén!!

Anónimo dijo...

Fogonero:

Por si te falta en la colección, te envío el link a una foto de la estación de trenes de Campo Florido. También te invito a leer el post de la becada de la Universidad de Harvard que dice pronto regresa a Cuba y sobre todo los comentarios de los lectores.

https://espaciodeelaine.files.wordpress.com/2015/04/38609809.jpg?w=700&h=525

Anónimo dijo...

Días sin leerte. Espero estés bien de salud, cubano.