28 junio 2017

Con Luisito

En esa foto aparecemos Luis Alberto García, Bladimir Zamora y yo. Fue justo en el momento en que nos reencontramos en La Habana, después de 10 años sin vernos. Las cosas tienen movimiento, decía Fito Páez en una canción inolvidable y nosotros aquí parecemos darle la razón. 
Digo todo esto porque hoy, después de que Luisito tomara en cuenta los últimos sucesos, algunos se le tiraron al cuello de su reputación. No faltó quien lo atacara de una manera tan burda, que no dejo otra opción que no fuera la de perderle el respeto. 
¿Cuándo aprenderemos los cubanos a tolerar y a permitir que alguien piense diferente a nosotros sin tener que ofenderlo? Sí, sé que nos adoctrinaron para que actuáramos así; pero no iremos a ninguna parte —como pueblo, quiero decir— si seguimos repitiendo la historia una y otra vez. 
Luisito, además de ser una persona que quiero mucho, es uno de los artistas más admirables que he conocido en mi vida. Su sensibilidad no le cabe en el cuerpo y su talento como actor me hace sentir orgullo de haber nacido en el mismo país que él. 
Denigrarlo por sus opiniones es, cuando menos, estúpido. Y esa es la única palabra que se me ocurre para calificar a quien con tanta saña y poca gracia le han descalificado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Camilo, dice bien de ti salir a defender a un Amigo cuando han caído sobre él tantas ofensas y críticas por sus comentarios sobre la celebración en Miami de un acto donde se reunieron cubanos y el presidente electo democráticamente en USA, pero quien se muestra bastante intolerante con la opinión del otro, erróneo en sus apreciaciones y ofensivo contra aquellos, que en su real derecho, participaron en dicho acto es el propio Luis Alberto. Expresar que le resulta imposible prestar atención al grupo de cubanos presentes en aquel acto muestra su poco respeto y su intolerancia por los criterios de cubanos que piensan distinto a él. Decir además que todos esos otros cubanos Hieden o Apestan a Anexionismo es bastante ofensivo. A quién Sí le presta atención Luis Alberto? A esos miles o millones de cubanos que hipócrita y cínicamente van a la plaza el 1 de Mayo o a llorar frente a un retrato del finado Dictador? O le presta mucha atención a las actuaciones (bastante desgradables, por cierto) de Silvio Rodríguez o Amaury Pérez Vidal cuando defienden al régimen o firman una carta para respaldar el fusilamiento express de tres jóvenes negros?. Presentar la Tragedia Cubana con esa imagen bíblica del David contra el Goliat es bien simplona, relativista e incierta. En todo caso nuestra tragedia se podría vizualizar como los castigos impuestos por David a sus hijos cuando a aquel, en su afán de relevancia y fama se fajaba con el vecino y descuidaba de las obligaciones en casa, el tener que alimentar, vestir, calzar y dar techo a sus propios hijos y dejar a un lado lo que hace o deja de hacer el vecino. Camilo, los desgracias, los crímenes, las encarcelaciones, las torutras a miles de cubanos y las privaciones y humillaciones sufridas por todo un pueblo no tienen otros reponsables que Fidel y Raúl Castro Ruz (a quien Luis Alberto parece defender por su Actuación, extrañamente, con otro presidente Americano: Mr. Obama) y su pandilla de esbirros, chivatos y matones y muy poco han influido los gobiernos americanos incluído el de Trump que lleva unos pocos meses. Me gustaría saber si Luis Alberto ha hecho públicas sus críticas a la Dictadura, si ha envíado alguna carta o correo a Cubadebate o el Granma para señalar con nombres y apellidos a los verdaderos culpables de la destrucción de la cultura cubana o solidarizándose con Cremata luego de su explusión del Teatro u oponiéndose a la censura del filme "Santa y Andrés"; y digo públicas cómo sus opiniones del acto en cuestión y no hacer críticas y chistes entre amigos en un rincón de un bar o el baño de la casa. Por otra parte, descalificar a cubanos que muestren respeto y Amor por USA nada tiene que ver con una actitud irredenta y mambisa, Luis Alberto debería saber que miles de cubanos, de verdaderos patriotas encontraron su hogar en USA después de salir al exilio en las guerras de independencia y desde allí sostuvieron con armas, municiones, medicamentos, dinero y recursos a las tropas mambisas y que el propio Ignacio Agramonte se hizo bordar una bandera americana a su uniforme para mostar su Amor y Admiración por esa gran nación. Por último, llamarnos Talibanes a todos los que hemos criticado, es nuestro derecho, y respondido su publicación ha sido de bastante de mal gusto y ofensivo, pareciera el discurso de un Cederista Destacado. Quien comienza un debate con ofensas debería esperar una respuesta al mismo nivel. Saludos de Ernesto Domenech.