07 octubre 2015

Apenas trato de imitar a mis escritores preferidos

A propósito del Premio Caonabo de Oro, que la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores (ADPE) me entregará el próximo 23 de octubre, José Gómez Cerda me hizo esta pequeña entrevista. 

¿Qué sintió usted cuando le informaron que había sido seleccionado por el Jurado de los Premios  Caonabo de Oro como ganador?
Primero, creí que se trataba de un error. Luego, volví a sentir una enorme gratitud por República Dominicana. Este país me ha dado lo más importante que necesita un escritor para manifestarse: la libertad. No confío mucho en los premios, ni siquiera en el Nobel. Jorge Luis Borges, por ejemplo, nunca ganó el Nobel y sin embargo sí mereció el Caonabo de Oro. De manera que esta es mi primera y seguramente única oportunidad de compartir un lauro con el autor de tantos libros que me marcaron.

¿Quién le informó y qué opinión le merece este reconocimiento a su labor profesional?
El mensajero fue mi primera gran alegría. Que Mario Rivadulla, ese admirable compatriota mío, fuera quien me diera la noticia del Premio, me llenó de orgullo. Él ha sido un incansable luchador por la libertad de mi país y ha dedicado gran parte de su talento a República Dominicana. Que él estuviera entre los que creyeron que yo lo merecía me da una gran tranquilidad, porque eso quiere decir que no siempre he hecho mal las cosas.

¿Cuál considera que ha sido el mayor logro de su vida profesional?
Soy muy malo autoevaluándome. Apenas trato de imitar a mis escritores preferidos, siempre con la certeza de que jamás me acercaré a su talento. Aun así, creo que lo mejor que he hecho en mi vida como profesional es tratar de ser honesto, de no mentirle a los demás y de no mentirme a mí mismo. Eso me ha costado mucho y me seguirá costando, pero lo prefiero a ir por la vida tratando de engañar y de engañarme. Siendo un tilín optimista, me gustaría pensar que lo mejor de mí aún está por hacerse.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si felicitarse sea suficiente, pero es lo que puedo hacer y lo hago con sobrado cariño y orgullo, porque te siento parte nuestra. Permíteme volver a darte la bienvenida a esta, tu casa. Cada día eres más dominicano y uno de los más valiosos.

Anónimo dijo...

Camilo, y si uno quiere ir a aplaudirte ese día, cómo le hace? Hará falta una invitación?

Camilo Venegas dijo...

La entrada es libre, Anónimo. Es en el Auditorio Juan Bosch de la Biblioteca Nacional el próximo 23 de octubre, a las 7 de la noche. ¡Te espero!

Anónimo dijo...

Excelente! Ya veo que no hay que esperar a diciembre para que huela a Navidad. Felicidades otra vez, Camilo. Allá nos vemos!

Anónimo dijo...

Un Caonabo para un guerrero. Bravo!!