05 marzo 2015

Piedra angular

El día que la sacaste del río
(¿recuerdas aquella
larga mañana
del Yaque del Norte?),
me pediste que la sembrara
en uno de nuestros muros.
Acabo de subir a ponerla.
A partir de ahora,
la neblina de Manabao
también vivirá con nosotros.
La piedra que la Cordillera desechó
en piedra angular se ha convertido.
No está en la base
sino en el techo,
de alguna manera ha vuelto
a quedar en lo alto.
De ahora en adelante
todo lo que se establezca
en ese castillo cotidiano,
que hemos construido
para esperar por nuestros hijos,
será en referencia a esa pequeña roca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso!!!!