21 febrero 2014

Night Train

El tren de La Habana a Cienfuegos viajaba durante la noche. Era un Budd plateado que atravesaba la llanura de Línea Sur como un cuchillo afilado. Incontables pueblos soñolientos, alumbrados por luces amarillas y parpadeantes, se veían a través de los cristales empañados.
No podría contar las veces que viajé en ese tren. Rara vez me dormí. Prefería ir atento a las paradas en las estaciones y los cruces con otros trenes. Cuando el conductor pasaba a mi lado, siguiendo el halo de luz de su linterna, me saludaba. Aquel “¿Cómo va todo, Camilito?”, me inflaba de orgullo; porque me hacia sentir parte de una secta —los ferroviarios— que solo yo no integré en mi familia materna.
Cuando por fin tuve una Walkman y seis baterías recargables, hacía el viaje oyendo música. Uno de mis cassettes preferidos contenía 120 minutos con la música de Oscar Peterson. Con la ayuda de un lápiz adelantaba la cinta hasta las inmediaciones de “Night Train”, una de las piezas que más me gustaba en aquella extensa selección.
Entonces miraba hacia los interminables cañaverales matanceros y me imaginaba estar en Georgia, Ohio, Massachusetts… en cualquiera de los paisajes de Norteamérica que atravesaban los Budd en los viejos anuncios de National Geographic que coleccionaba mi abuelo. Pero un olor, una voz o un inconfundible ruido cubano me ponía en mi sitio. 
Pronto se cumplirán 15 años de la última vez que hice ese trayecto. Ahora oigo a “Night Train” en mi iPod, en una grabación resmaterizada donde solo se escuchan el piano de Oscar Peterson, el bajo de Ray Brown y la batería de Ed Thigpen.
Siempre que eso sucede, cierro los ojos y me imagino que estoy en el Budd que atraviesa la llanura de Línea Sur como un cuchillo afilado. Daría cualquier cosa porque un olor, una voz o un inconfundible ruido cubano me pusiera de regreso en aquel sitio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

POETA, ESO ES UN POEMA.

Blanca Acosta dijo...

Yo he hecho el recorrido...por la simple razon de montarme en un tren, medio de transporte que parece que aqui nadie suele usar....ya los trenes no suenan como los de mi infancia pero la entrada a una estacion, un momento dramatico en el que el tren empieza a hacer mas lento su paso, es la misma.

DESIDERIO dijo...

Como dice el anónimo, poesia man.