28 octubre 2013

El paisaje del corredor de fondo

Hace 13 años que no vivo en La Habana. 7 días no son suficientes para entender un paisaje donde los cambios no se notan a simple vista. Aunque la ciudad sigue luciendo “mustia y marchita”, como la definió Pablo Milanés en un guaguancó, hay muchas cosas que ya no están donde las dejé.
Mientras comentaba esto con Alejandro Aguilar y Diana Sarlabous, en el muro del Malecón, pasó junto a nosotros un corredor de fondo. Lo vimos venir desde muy lejos. Nos llamó la atención porque traía un raro artefacto atado al cuello.
Cuando se acercó lo suficiente, pudimos advertir que se trataba de una especie de caballete. A pesar de que llevaba la vista fija en la obra en la que trabajaba, ningún obstáculo le hacía perder el paso. Mantuvo la misma velocidad hasta que una de las curvas de la vía marítima nos impidió seguirlo.
Cuando uno está más de una década afuera, ve a Cuba como el corredor de fondo mira a La Habana. No hay posibilidad de reparar en los detalles. Aún cuando el paisaje exhibe una lamentable inmovilidad, los personajes se mueven a un nuevo ritmo. Hastiados ya de la inercia, parecen moverse por sí solos.
En siete días, es muy difícil darle alcance a una realidad que no quiere perder el impulso. Los cubanos ahora parecen decididos a recuperar el acceso al placer y al bienestar que durante tanto tiempo les han negado. Por eso se mueven mucho más rápidos que su realidad.
7 días no son suficientes para entender un paisaje donde los cambios no se notan a simple vista. Quizás la respuesta estaba en el dibujo del corredor de fondo. Pero no me atreví a enfocar su obra. No tenía derecho a revelar ese secreto.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Necesito inventar un código para comentar tus posts sin ser yo el que se repita. EMPINGATUS, como casi siempre ppongo, me parece exacto, pero en aras de cambiar, tal vez use de vez en cuando ese otro vocablo latino que de manera tan precisa califica lo que escribes: ENCOJONATUS!

Anónimo dijo...

Ese tipo está loco.... Hahahahahaha

Anónimo dijo...

Muy bueno, lo di a leer a mi hija de 15 anos que nacio en Roma.Ella debia escribir un articulo sobre el viaje entendido a la manera de Kavafis.>Quedo fascinada con tu escritura.Me dijo que poco a poco se los iria leyendo todosEs una buena forma de hacerle conocer "otras Cubas"..gracias, ella escribio a su vez algo muy bueno.Cleo