05 junio 2013

Yasiel Puig, el elefante ausente


El equipo de Cienfuegos tiene que ganar esta noche para seguir con vida en los play off del béisbol cubano. Las muñecas y la inspiración de un hombre podrían ayudar más que nadie a la novena de la Perla del Sur. Pero hay un problema, está a más de 2,400 millas de distancia.
Yasiel Puig, el elefante ausente, juega desde hace dos días con el mítico uniforme de los Dodgers. Después de convertirse en el cubano proveniente de Series Nacionales que firma el mayor contrato de Grandes Ligas (42 millones de dólares por 6 temporadas), el jardinero de Palmira se ha ganado el corazón de Los Ángeles en apenas 18 innings.
En su primera vez al bate con el nuevo azul, acudió al cajón de bateo como si lo hiciera en su casa, el 5 de Septiembre, y no en el imponente Dodger Stadium. Cinco lanzamientos después sacó una dura línea entre center y left.  Dos turnos más tarde, volvió a conectar de hit.
Pero el momento cumbre aún estaba por llegar. En el noveno los Dodgers ganaban por apenas una carrera y los Padres amenazaban con hombre en primera y un out. Kyle Blanks conectó un batazo a lo profundo del jardín derecho. Puig hizo un gran fildeo y tiró de aire a primera para doblar al corredor.
24 horas después, Yasiel sintió que ya estaba en condiciones de echarse a su nuevo equipo sobre los hombros. Conectó dos jonrones e impulsó 5 carreras, suficientes para que los Dodgers volvieran a ganar. Esta noche volverá a enfrentarse a los Padres de San Diego, casi a la misma hora que Cienfuegos se jugará la vida contra Villa Clara.
En medio de un desierto que acaba de conocer, el elefante ausente pensará más de una vez en sus antiguos compañeros. Entonces, su nuevo azul se tornará verde y el esplendor de Los Ángeles, excesivo, casi inabarcable, se le confundirá con la madrugada mortecina de su entrañable Palmira.  

3 comentarios:

Orlando González Yero dijo...

Muchacho, que lindo esta este escrito; "TE FELICITO"

José M. Fernández Pequeño dijo...

Lindo, tanto como el sueño de que un día esas distancias queden borradas.

Renay Chinea dijo...

Es alucinante ese chico! Qué bueno!!!