09 agosto 2012

Yolanda Farr, la mujer que borraron de Memorias del subdesarrollo

 
Si pregunto quién es Yolanda Farr, pocos de mi generación sabrían decir. Pero si les enseño cualquier fotografía suya, incluso las actuales, la reconocerían de inmediato. Ella, junto a Sergio Corrieri, protagonizó una de las escenas más memorables del cine cubano.
Todo lo que yo sabía de su existencia se limitaba a su nombre, puesto en letras temblorosas, sobre el fondo en el que pasan los créditos de Memorias del subdesarrollo (1968), el clásico de Tomás Gutiérrez Alea. Gracias a un amigo, el cineasta cubano Mario Crespo, conocí el blog donde la actriz española cuenta su vida.
En su más reciente post, Yolanda ofrece detalles hasta ahora desconocidos del proceso de creación de Memorias del subdesarrollo: “Titón sabía bien lo que quería y me hizo ignorar el dialogo escrito para crear una situación más real y humana”, recuerda la actriz.
Cuando por fin vieron el resultado de tantas improvisaciones y horas de trabajo en la moviola, todos aplaudieron. Fue entonces que Titón le pidió un último sacrificio: hacer el primer desnudo del cine cubano. “Si alguien tenía la labia suficiente para convencer a una jovencita entusiasta del cine, ese alguien era aquel hombre serio y profesional cuya labor yo tanto admiraba”, confiesa.
Aunque el desnudo quedó en la versión final de la película, según Yolanda, casi toda sus escenas fueron eliminadas. La razón no fue artística sino política. Poco después de concluido el rodaje, la actriz decidió marcharse de Cuba. Eso provocó un retraso en la fecha del estreno y un cambio radical en la edición final.
“Años más tarde, ya en España, sufrí el shock de mi vida al comprobar que estaba prácticamente eliminada de la pantalla, que casi únicamente quedaba mi voz en off sobre close-ups de Sergio Corrieri y larguísimos planos, cámara en mano, de nuestra habitación desierta”, relata desconcertada.
Años después, otra película de Tomás Gutiérrez Alea sufrió una drástica censura. Algunos testigos reconocen que la idea de Hasta cierto punto era mucho mejor que el resultado final. Afortunadamente, en Memorias… Titón logró soluciones tan ingeniosas que ahora nos cuesta creer que no estaban en su plan original.
¿Cómo sería Memorias… con esa secuencia del Conney Island que Yolanda describe divertida y de la que muestra, en efecto, un gracioso fotograma en su blog? ¿Hubiera sido mejor la despedida en el aeropuerto como se rodó originalmente y no con ese plano que sigue a la actriz de espalda hasta que se sube al avión?
A Titón le exigieron que borrara lo más que pudiera a Yolanda Farr de su película. Algunos de los recursos que ideó para complacer a los censores, a mi modo de ver, hicieron a la película aún más interesante. Pero, ¿cuántas veces sucedió lo contrario?
La obra cinematográfica de Tomás Gutiérrez Alea es lo más importante del cine cubano. El post de Yolanda Farr demuestra que siempre estuvo bajo la presión de la censura, incluso en su obra cumbre. ¿Cómo hubiera sido el cine de un Titón completamente libre? ¿Qué más habría dicho sin la autocensura que cargó sobre sus hombros?
Ahora tengo un nuevo pretexto para volver a ver Memorias del subdesarrollo. Esta vez trataré de imaginarme a la película de otra manera, buscaré el rastro del filme que no le permitieron hacer a Titón.

8 comentarios:

ALBANIA dijo...

MUY BIEN. RECONOCER UN LADO Y EL OTRO. TITON ERA UN GENIO Y ESTOY DE ACUERDO EN QUE NO SOLO LA CENSURA SINO TAMBIEN LA AUTOCENSURA LO LIMITARON MUCHO.

Anónimo dijo...

REVELADOR.

Anónimo dijo...

Camilo, que te mejores, por favor corrige:se limitaba. Borra el comentario.

Mario Crespo dijo...

:))

Unknown dijo...

Como casi siempre, te luces en el turno al bate. Ni Miguel Cuevas en sus mejores tiempos!
Titon es una si no, "la"personalidad del arte cubano que mas admiro. Sin haberlo conocido personalmente llore su muerte como una tragedia descomunal para el cine cubano. Por eso quiero subrayar que cuando hablas de autocensura o alguien lo menciona en los comentarios, me molesto, porque estoy convencido de que no es algo que pueda imputarsele como una debilidad. Hay que crear durante años bajo las condiciones de Cuba para entender como la autocensura se convierte casi en un acto reflejo, involuntario. Sobre todo en un arte dependiente de una industria estatal como es el cine. Aun mas, me atrevo a decir que los mas talentosos, usan la censura como una motivación mas para perfeccionar su discurso, como un recurso para burlarse de los censores y darle mas fuerza a las ideas que manejan. Si algo podría decir en demerito de Titon, es que no fue capaz de superarse a si mismo después de Memoria... pero en fin, toda obra cumbre es insuperable por su propio creador, o no seria tal sino una mas dentro de las importantes.

Escombros Hablaneros dijo...

Yo sabía algo de esa historia, pero no pensé que llegase a tal extremo. Titón, a pesar de autocensurarse siempre será un cineasta inolvidable.

Anónimo dijo...

Conozco tantas historias como ésa en la Cuba-nazi-tropical. Pobres de nosotros: nos tocó el nido de la tiñosa en esta Vida: ya no hay nada qué hacer... han sido más de cinco décadas militarizadas!!!! (Lemis)
Post Scriptum/ Recomiendo leer el libro PERSONA NON GRATA, de Jorge Edwards, amigo de Neruda...

Guillermo dijo...

Interesante. Yo siempre habia pensado que las a escenas de la vida familiar del personaje que hacia Corrieri, les faltaba algo. Estaban a mi ignorante apreciacion como truncadas.... Ahora me doy cuenta que no estaba equivocado.
En relacion a si Titon estaba o no autocensurado, en mi opinion, no lo estaba. A el lo censuraron, lo cual fue un verdadero crimen contra la cultura cubana.