16 noviembre 2011

Tabla de distancias

Salimos de Santa Clara a media mañana y con una meta: llegar a Santiago de Cuba antes de que anocheciera. Semanas antes, desde Santiago de los Caballeros, José Manuel Fernández Pequeño me había enviado un sinnúmero de instrucciones para el viaje. Él mismo las dividió en dos grupos, las prácticas y las espirituales.
“Cuando llegues a Las Tunas, buscas la carretera para Bayamo. No vayas por Holguín porque pierdes dos horas. Desde Bayamo hasta Palma Soriano es por la Carretera Central. Antes de entrar a Palma Soriano, doblas a la izquierda, como si fueras para el antiguo central Dos Ríos y ese caminito (que está infernal) te lleva a lo que era la autopista y que ahora está en llamas. Ahí vas directo a Santiago”, me indicó Pequeño.
Lo desobedecí. Para no repetir trayectos, convencí a Diana de que el viaje de ida lo hiciéramos por Holguín y bajáramos a Santiago por Alto Cedro. Hubo largos momentos en que la Carretera Central fue para nosotros solos. Aun cuando la vía es muy estrecha, avanzábamos a mucha velocidad.
Luego, al llegar a los pueblos, los carretones tirados por caballos nos hacían perder todo el tiempo ganado. Al pasar por Camagüey le hicimos una foto a un tinajón para traérsela de regalo a Alejandro Aguilar. Cerca de los potreros de Jimaguayú, Diana consultó el reloj y pidió que nos detuviéramos.
—It’s Miller time! —advirtió.
Después de un par de cervezas en un mirador desde el que se veían “las llanuras líquidas del Camagüey”, no volvimos a detenernos hasta llegar a El Cristo. Apenas tenemos fotos de esos 600 kilómetros. Cuando llegamos al poste que divide a Holguín de Santiago, Diana apagó el aire acondicionado y bajó los vidrios del carro.
Ella se fue de Cuba a los 5 años. Hizo un largo viaje a La Habana en el camarote de un tren nocturno. A la mañana siguiente voló a Ciudad de México. Sacó la cabeza y respiró hondo. Buscaba el olor de aquella noche. Para poder regresar de verdad, tenía que hacerlo a través de ella.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡¡QUE VIAJE!!!! OYE PERO USTEDES REDESCUBRIERON CUBA. SE ME OCURRE QUE UNPO PUEDE HACER ESE MISMO ITINERARIO PARA VER SI ENCUENTRA LO MISMO O OTRAS COSAS... TE AGRADEZCO TANTOS ESTOS ARTICULOS, 0 SON CUENTOS???? O POEMAS EN PROSA???? O UNA NOVELA ESCRITA COMO UN LIBRO DE VIAJE???????

Gisela dijo...

Camilo, quien te conoce superficialmente, puede pensar que eres un chico con el complejo de Peter Pan, que se niega a madurar y a renunciar al mundo de su infancia. Pero creo que aunque es verdad que te cuesta trabajo envejecer -ven acá chico, ¿tú duermes en una cámara hiperbálica?- tienes una sensibilidad extraordinaria y una madurez como creador increible. Te has adaptado muy bien al lenguaje web y escribes de una manera que uno tiene que leerte siempre, esté de acuerdo o no contigo. Tu honestidad siempre me corta la respiración. Te felicito por ser como eres. A gente como tíu mi abuelo llamaba un BUEN HOMBRE.

Anónimo dijo...

TODO ESTO ME PRODUCE MUCHA ENVIDIA, NO SE SI EL VIAJE O LA MANERA EN QUE LO HAS CONTADO O LAS DOS COSAS.

williams dijo...

Querido Camilo: me quede con las ganas de saber de mi ciudad, Santa Clara....o sigo esperando?