08 enero 2011

La cultura cubana no necesita a la revolución

Manuel Vázquez Portal me hizo una pregunta para un reportaje suyo que no pude responder a tiempo: “¿Qué impacto traerá para el arte y la cultura cubana las reformas emprendidas por el gobierno de Raúl Castro?”. Estuve a punto de responderle que ninguno. Pero hubiera sido un error, porque esta coyuntura puede acabar resultando muy alentadora.
La cultura cubana no necesita a la revolución. Cuando la segunda llegó, la primera acumulaba ya suficientes valores y universalidad. El “amparo” oficial lo único que logró, en la inmensa mayoría de los casos, fue esterilizar a escritores y artistas que habían conseguido obras relevantes cuando eran marginados o reprimidos.
Al privarlos de las prebendas y los salarios (que algunos incluso ganan sin tener que trabajar), muchos creadores volverán a ser cubanos comunes y corrientes, como los médicos, los agricultores,  los ingenieros, los maestros o los ferroviarios. Tener que regresar a la realidad donde viven la inmensa mayoría de sus compatriotas también les devolverá cierta lucidez.
El ICAIC es actualmente la mayor retranca del cine cubano. La editorial Letras Cubanas es quien menos representa a la vanguardia de la literatura nacional. A la cultura cubana le hacen falta mecenas como José Rodríguez Feo y le sobran intermediarios como Fernando Rojas. Lo que está pasando en estos momentos acelera el proceso en esa dirección.
Al menos en el área de la creatividad, los grandes perdedores de las reformas emprendidas por Raúl Castro serán los burócratas y los perseguidores. Para los verdaderos artistas todo acabará convirtiéndose en eso que los antiguos definieron como una fuente inagotable de inspiración.

2 comentarios:

Manuel Vazquez Portal dijo...

Camilito, leí tu respuesta en El Fogonero y me parece genial, lástima que no la pude incluir en el reportaje, pero la incluiré, posiblemente hoy , y después de consultar con los jefes, en algún lugar de la página. Un abrazo.

Odette Alonso dijo...

¡Exacto!