14 septiembre 2010

Arteriosclerosis espiritual

Creo que fue en el verano del año 2001. Freddy Ginebra invitó a los escritores Abilio Estévez y Arturo Arango como jurados del Concurso de Casa de Teatro. Durante un conversatorio, como suele suceder cuando se trata de cubanos que viven en Cuba, una de las primeras preguntas del público no fue de literatura sino de política.
Arturo Arango, haciendo gala de su astucia, se valió de todos los ardides posibles para sortear una pregunta sobre cuál era la responsabilidad real de Fidel Castro en el estado de calamidad en que se encontraba Cuba (entonces, el país aún no se había convertido en la ruina inviable que es hoy). Abilio Estévez solo dijo una palabra: “¡Toda!”.
En aquel momento me sorprendió la valentía de Abilio (el regresaba a La Habana en cuestión de horas) y se lo dije a modo de broma, para restarle solemnidad a mi confesión. Hoy le he visto en un escenario muy diferente, el programa de María Elvira. Su manera de describir a Cuba y a sus líderes sigue siendo de una lucidez estricta y tajante.
Ahora solo dijo dos palabras: “Arterioesclerosis espiritual”.

5 comentarios:

Wichy García Fuentes dijo...

Todo se reduce a la brillantez real o compuesta de un creador. La mediocridad mejorada de Arturo Arango, sus medias tintas oportunas, son fácilmente contrastables con el talento de Abilio, poeta y dramaturgo de los que más orgullo dan a los cubanos.
Como quiera que sea, el futuro ya se encargará de poner a cada quien en su sitio.

Pedro Merino dijo...

Muy bueno tu escrito, Camilo

Clara Astiasarán dijo...

Qué bueno fue coincidir con Abilio para ver La Última Función. y con su encanto y con su lucidez.

Lucero dijo...

Como siempre, Camilo, es un deleite leerte.

Anónimo dijo...

yo estuve alli esa noche y recuerdo aquella discusion. estevez me parecio muy valiente y una persona asi lo menos que puede hacer es abandonar la finca de los castro.