18 junio 2010

El azar también va a la barbería

Desde hace tiempo quería escribir sobre las barberías, ese lugar donde uno va a conversar y, de paso, se pela. Mi columna “Sábado al fin”, en el periódico Hoy, me pareció el espacio ideal y por eso le pedí a Jacqueline Ventura, la editora del diario, que enviara un fotógrafo a Galerías Naco.
Conocí ese lugar hace diez años, a los pocos días de haber llegado de La Habana. Freddy Ginebra fue quien me presentó al Chino, su barbero, y desde entonces acudo a él una vez al mes. El sitio es muy pequeño y está escondido entre una tienda de revistas y otra de productos de los campos dominicanos, pero tiene el encanto de las viejas barberías, ese que dan los sillones clásicos y los espejos contiguos. Fue entonces que ocurrió el milagro, apareció la aguja en el pajar, se logró una oportunidad entre un millón, la lección increíble para un hombre de poca fe. Cuando el fotógrafo llegó a la barbería, allí estaba Freddy, con los ojos cerrados, entregado a la conversación entre espejos, colonias baratas y tijeras. Insisto, soy un descreído, por eso prefiero pensar que el azar también va a la barbería.

6 comentarios:

J. Ernesto Aneiros dijo...

Felicidades en el Día de los Pasdres, te deseo a tí Camilo y a todos los Padres que leen este blog! Dios los bendiga a todos y a sus familias.

Cuando ví la foto de la barbería se me pareció mucho a la barbería donde me pelo aquí en Miami, llena de barberos cubanos e incluso con dos de Cienfuegos! La ubicación se parece mucho a la tuya, encajada entre dos tiendecitas y una lavandería. No puedo dar fe de otras barberías pero en esta, cuando uno entra, te parece que estás volviendo a nuestro País.

Un abrazo fraterno.

Mabel Caballero dijo...

Chano, a ti que te gustan tanto las barberías (o eso hubiera jurado yo).
Camilo, de esas se mantienen algunas todavía en Cádiz. Lo mismo Chano tendrá alguna foto.

Chano Ruiz dijo...

Estas en lo cierto. Me encantan el sabor de las viejas barberías (en CADIZ ya quedara una -sorprendi a Miguel cuando apenas lo conocía rapandose en una de Isabel la católica - ) y la foto que recuerdas Mabel creo que esta en la primera o segunda chaneria.. http://www.facebook.com/l/166b8K-FDaZOITODtQpEHuHbhYA;blogdechano.blogspot.com/search?updated-max=2009-10-08T15%3A44%3A00%2B02%3A00 (al final del enlace) Y es precisamente de Santiago de Cuba...con el señor de ccoo. Intentamos pelarnos en cada viaje siempre que el sitio mereciera la pena. Y aquel lo merecía... Que bueno... "hay que sabel contentalse" decía... Jeje

CHOLO. Estados Unidos, Miramar, Florida dijo...

Mi padre fue barbero de oficio. Lo recuerdo como hoy en su frecuentada barbería de 3 sillones en el Ensanche La Fe. Por más que éste quizo que yo aprediera el oficio de recortes, yo era apático a aprender y jamás estuvo en mi agenda. Su ideal de que yo aprendiera, no era que viviera de eso, sino que lo trabajara sin obligación alguna, cuando yo estuviera necesitado de dinero. Los tiempos actualmente cambian en otros lugares que uno visita. Ser barbero, aquí en La Florida, es tener una manera segura y fácil de ganar dinero. Muchos dominicanos que vienen desde Santo Domingo, se dan cuenta y van a la escuela y aprenden el oficio. Actualmente, tengo nos parientes que lo están haciendo. En las barberías circulan o se hacen muchos cuentos. En una ocasión, visité un barbero argentino, y les puedo asegurar que me hizo alrededor de 40 cuentos diferentes. Me imagino que con los demás clientes hacía lo mismo, por lo que pienso que éste aprendió con los mismos clientes, a ser chistoso. ¿ESTAMOS?.

Chano Ruiz dijo...

Estupenda Camilo. Yo echo de menos esas barberías en CADIZ... Aunque no las frecuentara. No era mi tiempo. Pero hay mil cosas que añoro sin haberlas vivido.... Retruécanos de la memoria y el alma supongo... Un abrazo. Espero que la ruta del ronsito te fuera bien.

Anónimo dijo...

Viejas barberias, con esos enormes sillones donde uno se acomodaba para hacer mas placentera la tragedia. El barbero usando esas maquinas plateadas y antiguas que se devoraban todo el pelo haciendo que tu cabeza quedara absolutamente rapada al cabo de 10 minutos. Enormes recuerdos del barbero Domingo donde de niños nos pelaban al ras a cambio de algunos dulces. Viejos recuerdos.