23 mayo 2010

Que nos dejen mirar del otro lado de las rejas

El ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, asegura que el sistema penitenciario cubano es “el más humano del planeta”. La frase es un calco de ese discurso tremendista y mendaz que ha sostenido Fidel Castro por medio siglo. Aun así, hay una manera muy simple de comprobar la veracidad de las palabras del brioso canciller. Bastaría con abrir las rejas de los calabozos y comparar la calidad de vida de los prisioneros.

En diferentes cárceles de Estados Unidos cumplen condenas cinco espías del gobierno cubano, quienes están acusados, entre otros delitos, de un acto criminal. Gracias a informaciones brindadas por su red, fueron derribadas dos avionetas de una organización humanitaria, que se dedicaban a salvar en alta mar a los balseros náufragos. Los presos políticos del gobierno cubano no han cometido delito alguno y si han sido confinados es por mantener libres sus conciencias.

Que se describa, pues, a través de un inventario, las condiciones en las que viven los cinco espías con las de los presos políticos cubanos. ¿A qué tienen acceso, qué comen, qué condiciones de salubridad tienen, qué hacen durante el día, qué se les permite tener dentro de la celda, cómo son tratados por sus carceleros? Que nos dejen mirar del otro lado de las rejas de un lado y del otro. Solo así sabremos si Bruno dice la verdad o si es un mentiroso tan vulgar como el Gobierno que representa.

2 comentarios:

mandy dijo...

Primero muertos que desprestigiados. Esos espías están gordos y rosaditos.

Anónimo dijo...

buensímo, esos espían viven como reyes, muchacho, cada vez salen más gordos en las fotos.