14 agosto 2009

A ver, Gabi, dime

Todos nos creíamos eternos cuando nos bebíamos aquellos alcoholes destilados de la peor manera. Miel de purga, levadura y fuego lento. Luego, del otro lado del serpentín, salía gota a gota el calambuco. Cada vaso recobrado era repartido a partes iguales con algunas gotas de limón y los ojos cerrados, para aguantar el golpe.
A Gabi, Evián, El Chambón, El Chiqui, Alexis y a mí nos tocó nacer y crecer en el Paradero de Camarones. Un punto perdido entre un mar de cañaverales y el ruido de los trenes que siempre pasaban de largo. Eso nos hizo, de alguna manera, inseparables. Compartimos en raciones idénticas los días de mayor pobreza y los momentos de júbilo.
Los baños en el charco del Tranvía, los juegos de pelota en el potrero de La Quinta, los carnavales de San Fernando, las vueltas en redondo al parque de Cruces y, en el caso de Gabi y mío, alguna que otra novia y la suerte de dos hermanas que nos rifábamos antes de que el pueblo se durmiera, para luego llevárnoslas al cañaveral de Ciprián Piz.
Cada vez que me imaginaba el día de mi regreso, pensaba en el abrazo que Gabi y yo nos daríamos. De todos nosotros, él era el que sentía más apego por el pueblo. A principio de los años noventa intentó vivir en Panamá, pero unas pocas semanas después se dio por vencido y se fue al aeropuerto con su pasaje de regreso.
Nunca más se le ocurrió alejarse demasiado de los bancos de la Esquina, el único sitio donde suceden las pocas cosas que pasan en el Paradero de Camarones. Allí estuvo hasta la semana pasada, en que una úlcera sangrante le costó la vida. Nos creíamos eternos cuando nos bebíamos aquellos alcoholes destilados de la peor manera, pero Gabi nos ha hecho quedar mal.
Ahora, antes de volver a imaginarme el día de mi regreso, tengo que pensar qué haremos sin Gabi, quién hará por él su pregunta preferida: “¿Qué tendrá este pueblo de mierda que nos gusta tanto, eh, a ver, díganme?”.

6 comentarios:

Freddy Ginebra dijo...

Camilo eres el maestro que cada día da su lección. Esta de hoy es insuperable.
Abrazos.

José Báez Guerrero dijo...

Camilo, Un abrazo de condolencias por tu amigo Gavy!

fijarlamirada dijo...

Cosas que duelen, afectos que se pierden... Eso también es la vida, aunque tratemos de recordar solo los alcoholes y los buenos momentos que le rodean. Lo siento por ti y por tu amigo. Un abrazo siempre. Alejo

Omar Mederos dijo...

HERMANO, MI abrazo para ti, por la ausencia fisica de Gaby.

Odette dijo...

Coño, viejo... Un abrazo.

apenao dijo...

Puedes cambiar el nombre de tu amigo Gaby por Juan "el mentecato", Jose Dolores, Jesus "tramoya", Bertico "Soruyo" o Kaky "el listo". Tambien pudieras cambiar el nombre de tu pueblo por el de Caimito, San Jose, Aguacate o Cabezas. Y todavia el post seria hermoso. Es secillo brother. Queremos nuestra tierra. Es nuestra madre y eso no nos lo quita nadie. Ni un dictador, ni un sistema, ni 40 años de exilio ni nada.