27 junio 2009

Teléfonos de manigueta

El movimiento de trenes de los Ferrocarriles de Cuba aún se controla a través de teléfonos de manigueta. Desde nuestra casa en la estación de Camarones sabíamos a quién estaban llamando por los timbrazos: Cruces, dos rayas; Palmira, dos puntos; Hormiguero, una raya y dos puntos; Camarones, dos rayas y un punto…

Un siglo después nada ha cambiado, el código de Morse aún sigue vigente y las modernas tecnologías de la comunicación no se han implementado en la que fuera, allá por la primera mitad del siglo XX, la red ferroviaria más moderna y eficiente de toda América Latina.

Actualmente Cuba es el país con el más bajo índice de líneas telefónicas del hemisferio, con sólo 12,6 teléfonos por cada 100 habitantes; muy por debajo de Jamaica (111,43), República Dominicana (82,78) y Haití (27,18). Según ese mismo informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), apenas el 13% de la población cubana tiene acceso a internet.

Cuba es, con toda seguridad, el país donde la palabra futuro se pronuncia más veces al día. Sin embargo, para que sus locomotoras se muevan hay que llamar desde un teléfono de manigueta. Antes de avanzar hacia la próxima estación, las tripulaciones de los trenes ser forzadas a regresar a los albores del siglo pasado y hablar la lengua de Morse.

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